El Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud encierra un sinnúmero de
detalles constructivos sorprendentes y desconocidos.
Al ya mencionado caso de las columnas de los patios podríamos agregar
también el de los tensores de la planta alta del edificio.
Para entender el porqué de dichos elementos hay que describir la
estructura de los forjados de la planta superior.
Los proyectistas del edificio se encontraron con la disyuntiva de
cubrir grandes luces. La idea
proyectual, en especial en el caso del salón comedor, era la de evitar el
colocar columnas intermedias. Para ello contaban con la posibilidad de utilizar
una nueva tecnología constructiva con el uso de perfiles normalizados en el
sentido transversal al salón. Esta solución se descartará debido a la
dificultad de enviar tamaña cantidad de
piezas a Mar del Sud. Quizás esta decisión se debiera a cuestiones logísticas o económicas pero lo cierto
es que los proyectistas optaron por utilizar vigas de madera con piezas de aproximadamente
7m de longitud.
La sección de las maderas era un elemento a definir. A mayores
secciones menor flexión, pero también mayor costo y piezas más difíciles de
transportar. Finalmente, sus proyectistas optaron por piezas de 3”x 6” lo que
obligaba a colocar un apoyo intermedio que será materializado por una viga
longitudinal perpendicular a las anteriores. Su longitud, de unos 15m de largo,
no permitía su realización en una pieza entera por lo que se emplearán vigas
encastradas y elementos metálicos de
unión. El sistema estructural se
completaba con tablas de pinotea de 1”
clavadas sobre ellas conformando un entrepiso cuyo peso era relativamente bajo.
Todo este sistema presentaba
algunas dificultades, entre ellos cómo
realizar los tabiques divisores de ambientes de la planta alta que se apoyarían
en el forjado. Para ello se decidió el empleo de tabiques de madera en las
habitaciones centrales y tabiques hechos “en
ladrillo en rafa sujetados con alambre
de tejar” en los laterales del cuerpo central, tal cual describe Mauricio Chajchir[1].
Por otro lado, la viga de 15 metros de longitud debía ser arriostrada de alguna
manera y para ello se decide incorporar
al sistema estructural que conforman los entrepisos de madera tensores que asen esa viga a las cabriadas de
la cubierta, única posibilidad que encontraron para evitar los apoyos
intermedios.
Estos tensores estaban constituidos por una planchuela metálica que rodeaba
tanto a la cabriada de madera de la
cubierta como a la viga longitudinal del entrepiso dando unidad a ambos
sistemas estructurales quedando ocultos
en el interior de los tabiques de madera de la planta alta.
Al día de hoy, con la destrucción de la planta alta del edificio, los
tensores fueron cortados y algunos penden aún de las cabriadas de la cubierta
como testimonio de los sistemas
constructivos originales del edificio que por desconocimiento e impericia fueron destruidos con las obras de puesta en
valor del hotel.
Foto Claudia Agnes |
Foto Arq Enrique Malbrán. |
Mi agradecimiento a Claudia Agnes y al arq Enrique Malbrán por sus fotos.