Vista 1945

Vista 1945
Hotel Boulevard Atlántico. Mar del Sud. Año 1945. Archivo Pablo Grigera

martes, 6 de octubre de 2015

Los inexplicables premoldeados


Uno de los mayores e inexplicables errores cometidos en las obras de restauración del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud ha sido el reemplazo de las molduras originales, del frente de las cornisas del edificio, por  premoldeados que ni siquiera imitan el diseño de los originales.
Comprender cuál fue la línea de pensamiento que llevó a sus hacedores a realizar tamaño hecho, es imposible. Existían en todo el frente del edificio molduras que hubiesen podido ser restauradas. Desgraciadamente sus hacedores optaron por su demolición reemplazándolas por molduras premoldeadas que, ante el ojo no preparado, lucen armoniosamente pero son una claro despropósito. El nulo respeto por el edificio queda reflejado también en el engrosamiento de la cornisa del edificio, que ni siquiera respetó sus medidas originales, perfectamente observable al relacionarlas con las dimensiones de los modillones.

Archivo P. Grigera
Foto. L. Olivieri.


Pero estos hechos no han sido aislados, han sido una forma de encarar los trabajos por parte de sus hacedores quienes ya hemos visto no sólo han descartado revoques originales, pizarras de su cubierta, equivocado el número de modillones y balaustres, entre otros despropósitos, sino que también han hecho lo propio con las molduras de terminación de las cargas del edificio, demolidas inexplicablemente, y reemplazadas, también, por piezas premoldeadas. Nuevamente, a la vista, lucen prolijas, como si hubiesen sido hechas ayer por sus constructores originales, pero la realidad es que son una recreación fantasiosa. Estos hechos, que esconden una manera de actuar totalmente alejada de los criterios de intervención profesional establecidos por las Cartas Internacionales que regulan la actividad, debieron ser evitados. 

Archivo P. Grigera

Desgraciadamente, a estas alturas, los innumerables errores materializados en relación a la intervención, hacen que los mismos sean IRREVERSIBLES. General Alvarado ha perdido para siempre la fachada principal de su edificio más emblemático por la negligencia, falta de profesionalismo y soberbia de sus hacedores.Pero no hay que dejar de olvidar que nada de esto hubiese sido posible sin la  connivencia de un Gobierno Municipal que permitió y avaló este desastre, recordando que la ordenanza municipal 307/00 en su artículo 8º  “prohíbe toda acción a emprender sobre bienes declarados de interés patrimonial  que implique cualquier construcción, modificación/alteración, ampliación, conservación, restauración, refuncionalización, cambio de uso o de los mismos, salvo autorización del municipio”.
Ahora, a aguantar las consecuencias.