Vista 1945

Vista 1945
Hotel Boulevard Atlántico. Mar del Sud. Año 1945. Archivo Pablo Grigera

domingo, 29 de noviembre de 2015

¿Requiem para una escalera?


Habíamos mencionado en otros escritos la adscripción del Hotel Boulevard Atlántico a los lineamientos de la arquitectura academicista donde la simetría, entre otros valores, era un hecho central. Era habitual ubicar en esos ejes compositivos, que organizaban su diseño, a la escalera principal, que en muchos de los casos era la única de la construcción.
Su importancia era tal que se utilizaban buenos materiales y recursos decorativos que dotaban así de prestigio al edificio. Los ejemplos son numerosos como también los materiales que se utilizaban: las hay de madera como también las revestidas en mármol.
El Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud no es ajeno a todo esto y su escalera principal, materializada en madera, como gran parte de los forjados de su cuerpo principal, con un tramo central que conduce hacia un descanso desde donde dos tramos rectos de peldaños permiten acceder a la planta superior, reforzando así la simetría de su construcción.
Su baranda de hierro, su pasamanos y columnas torneadas de madera, son un testimonio de un tipo de arquitectura en donde convivían la madera y un incipiente uso del hierro, lo cual era habitual en la época en que fue construido el hotel.
Desgraciadamente, a partir de las obras de puesta en valor del edificio, la escalera fue desarmada sin contar con datos fidedignos que nos permitan conocer su destino.
Esperemos finalmente que la misma pueda ser restaurada, respetando los lineamientos que su autor proyectó como elemento principal de su diseño para el hotel. De no ser así, que sus restos no ocupen ninguna vivienda para cuyos propietarios el Patrimonio de General Alvarado presuponga una simple mercancía decorativa.
Vaya entonces este recuerdo para el principal núcleo circulatorio del hotel, al que quizás muchos de Ud amigos lectores, y en especial los de mayor edad, habrán sabido disfrutar.


Archivo P. Grigera. 1997

Archivo P. Grigera.

martes, 6 de octubre de 2015

Los inexplicables premoldeados


Uno de los mayores e inexplicables errores cometidos en las obras de restauración del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud ha sido el reemplazo de las molduras originales, del frente de las cornisas del edificio, por  premoldeados que ni siquiera imitan el diseño de los originales.
Comprender cuál fue la línea de pensamiento que llevó a sus hacedores a realizar tamaño hecho, es imposible. Existían en todo el frente del edificio molduras que hubiesen podido ser restauradas. Desgraciadamente sus hacedores optaron por su demolición reemplazándolas por molduras premoldeadas que, ante el ojo no preparado, lucen armoniosamente pero son una claro despropósito. El nulo respeto por el edificio queda reflejado también en el engrosamiento de la cornisa del edificio, que ni siquiera respetó sus medidas originales, perfectamente observable al relacionarlas con las dimensiones de los modillones.

Archivo P. Grigera
Foto. L. Olivieri.


Pero estos hechos no han sido aislados, han sido una forma de encarar los trabajos por parte de sus hacedores quienes ya hemos visto no sólo han descartado revoques originales, pizarras de su cubierta, equivocado el número de modillones y balaustres, entre otros despropósitos, sino que también han hecho lo propio con las molduras de terminación de las cargas del edificio, demolidas inexplicablemente, y reemplazadas, también, por piezas premoldeadas. Nuevamente, a la vista, lucen prolijas, como si hubiesen sido hechas ayer por sus constructores originales, pero la realidad es que son una recreación fantasiosa. Estos hechos, que esconden una manera de actuar totalmente alejada de los criterios de intervención profesional establecidos por las Cartas Internacionales que regulan la actividad, debieron ser evitados. 

Archivo P. Grigera

Desgraciadamente, a estas alturas, los innumerables errores materializados en relación a la intervención, hacen que los mismos sean IRREVERSIBLES. General Alvarado ha perdido para siempre la fachada principal de su edificio más emblemático por la negligencia, falta de profesionalismo y soberbia de sus hacedores.Pero no hay que dejar de olvidar que nada de esto hubiese sido posible sin la  connivencia de un Gobierno Municipal que permitió y avaló este desastre, recordando que la ordenanza municipal 307/00 en su artículo 8º  “prohíbe toda acción a emprender sobre bienes declarados de interés patrimonial  que implique cualquier construcción, modificación/alteración, ampliación, conservación, restauración, refuncionalización, cambio de uso o de los mismos, salvo autorización del municipio”.
Ahora, a aguantar las consecuencias.



domingo, 13 de septiembre de 2015

Algunas reflexiones a dos años de iniciadas las obras del hotel.


Cuando en agosto de 2013 se inician las obras de puesta en valor del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, la celeridad en el inicio de las mismas queda reflejada en dos hechos particulares:
1.- Por un lado, la empresa a la que le serán adjudicadas las obras visita por primera vez el edificio en junio de 2013 convocados para presupuestar las tareas de puesta en valor de la fachada. El 22 de julio se firmará el contrato respectivo, luego de ser aceptada la propuesta presentada y de depositar 56.000$ en concepto de “garantía”, para iniciar las obras en agosto de 2013. Se establecía la finalización de las mismas, según lo convenido con el municipio, para el 30 de noviembre del mismo año.
Queda claro a estas alturas que en 10/15 días es imposible realizar un diagnóstico total de las patologías de la fachada, con los estudios correspondientes que permitan determinar su problemática y así elaborar un proyecto de intervención patrimonial que permita rescatar la fachada y en base a esos estudios presupuestar las tareas y luego dar inicio a ellas.
No hay duda ya que las obras fueron comenzadas sin el más mínimo estudio previo que la fachada hubiese requerido, ya sea entendiendo la composición de sus revoques, la adherencia del sustrato original, la comprobación del estado de molduras, elementos ornamentales, estudios históricos acerca del devenir en el tiempo de la fachada, etc. que llevarán a los actuantes a demoler la totalidad de los revoques originales y demás tareas que debieron ser evitadas y que ya hemos mencionado en otros escritos.
Hoy en día vemos las consecuencias de dichos hechos en revoques cementicios que han suplantado a los originales, en molduras inventadas, en los errores respecto al número de modillones y balaustres originales, etc. Ni que hablar de la remoción total de la cubierta original y de su estructura, hecho aberrante desde el punto de vista patrimonial.
Era tan acuciante la necesidad de iniciar las tareas que se obviaron por completo los más mínimos estudios imprescindibles a la hora de actuar sobre un bien del valor patrimonial del hotel; así como también era improbable que las obras se hubiesen podido realizar en el tiempo estipulado, que entre otras cosas buscaba la inauguración de las mismas antes del comienzo de la temporada estival. Quizás y como ejemplo del nulo profesionalismo del Grupo Inversor sea bueno observar los planos de la fachada del contrafrente del edificio, presentados ante el municipio de General Alvarado, y en base a los cuales se otorgó el permiso provisorio de las obras, en donde los errores del diseño de sus cubiertas demuestran, no sólo lo estrafalario de la propuesta, sino también los yerros infantiles de representación, propios de un estudiante y no de un profesional.



Fachada posterior  presentada por el Grupo Inversor ante el municipio de Gral Alvarado.
(Nótese los errores en los techos de los volúmenes alientes así como la falta de proyección, marcada en lápiz, del cuerpo principal del edificio)

2.- Por otro lado hay que entender también el contexto político en el que se desarrollan las tareas, con un intendente de Gral Alvarado postulado por el Frente Renovador de la sección V de la Provincia de Buenos Aires y que será elegido para senador en las elecciones de octubre de 2013.
Quizás las obras y el proyecto faraónico le sirviesen para reforzar su propia candidatura, como también que la caída y huída del  grupo inversor lo encontrarán ya electo como senador dejando en manos de su sucesor el problema del hotel y el manejo de la Municipalidad.
Seguramente dichas necesidades habrán conspirado en la necesaria claridad para la toma de decisiones por parte del intendente que no pudo advertir la carencia de avales y la poca seriedad del grupo inversor original así como tampoco pudo dar respuesta, con anterioridad, al terrible desguace sufrido por el hotel producido unos meses antes de que se presentara el proyecto ante parte del gabinete municipal.
Quizás ese “hecho consumado” haya sido una jugada maestra que obligará al intendente a apurar sus decisiones, como a sus autores intelectuales a tener despejado el camino para realizar su propio proyecto que descartaba por completo el sector afectado. El daño, estaba hecho.

Caído en desgracia el grupo inversor, le cupo al nuevo intendente decidir como continuar.
¿Porqué el municipio no consultó a organismos vinculados a la preservación del patrimonio sobre qué hacer? Se ufanaron de los trabajos realizados por la Universidad de Mar del Plata y de San Simón de Cochabamba, pero fueron incapaces, primero, de llamarlos y luego de fiscalizar las obras, potestad indelegable del Municipio. Nuevamente las decisiones fueron erróneas, y se le entregó a la empresa subcontratista la posibilidad de proseguir las obras, de decidir qué hacer, recordando que los mismos carecían de formación profesional alguna sobre cómo actuar en obras de valor patrimonial. Lo triste del caso es que en el curriculum presentado, y que dista mucho de ser el de un profesional del Patrimonio, se exponen los trabajos por ellos realizados y en los cuales queda clara su actuación bajo la dirección de un profesional, concentrándose su tarea en hechos concretos como la factura de molduras, hechura de revoques, etc, nunca en la dirección de la totalidad y complejidad que implica decidir sobre los aspectos de una  obra de valor patrimonial y para lo cual no estaban preparados.
¿Cómo pudo el municipio entregar las decisiones de cómo actuar en el mayor bien patrimonial del partido a gente sin formación profesional alguna? No lo sabemos. Quizás la respuesta sea que fuese imprescindible salir del oprobio que significó la caída del grupo inversor original, denunciados por estafa y que publicitaron el emprendimiento en cuanto medio nacional pudieron y ello haya nublado la claridad de decisión del intendente. Hoy vemos con tristeza los resultados de tantos errores acumulados y de los cuales el edificio ha pagado un elevado costo. Lo increíble es que “los buenos restauradores”, en palabras del intendente, sean entre otras cosas incapaces de poder contar las piezas originales que han retirado, colocando en su reemplazo, pero en menor cantidad, las nuevas por ellos realizadas, sin recordar cuántas de ellas su proyectista original colocó. Quizás las matemáticas no sean el fuerte de estos artesanos.

Seguramente las obras continuarán, quizás el ritmo cansino de las mismas se incremente proporcionalmente a las necesidades electorales de los gobernantes, lo que si queda claro a estas alturas es que lo que se ha hecho con el Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud es un crimen, quizás de esos que no se condenan, pero que quedará grabado en el grueso cemento de una pésima intervención que pudo hacerse bien, pero por ignorancia, ocultamiento o incapacidad no se supo, ni quiso hacer.

lunes, 31 de agosto de 2015

Efemérides

En estos últimos días, el 8 de agosto,  se cumplieron 126 años de la venta de las tierras ubicadas en el Partido de General Pueyrredón, propiedad de Fernando Julián Otamendi, al Banco Constructor de La Plata, representado por su Director Principal, Carlos Mauricio Schweitzer.
Las tierras en cuestión  eran vendidas con el plano de una población, denominada Boulevard Atlántico continuación Mar del Sud, cuya traza había sido realizada por el agrimensor  J.Eugenio Moy al sudoeste del arroyo La Carolina. Mar del Sud había sido fundada previamente como emprendimiento urbanístico a principios de 1889, al nordeste del arroyo La Carolina, a instancias de una sociedad anónima encabezada por el ingeniero Rómulo Otamendi quien encargó la traza del nuevo poblado al agrimensor J. Eugenio Moy.
El plano de Boulevard Atlántico, firmado por Fernando Julián Otamendi, constaba de 264 manzanas, 49 quintas, 24 chacras y sus calles, por los que el Banco Constructor de La Plata había pagado 120.000$ moneda nacional pagaderos 50.000$ moneda nacional al contado y el resto en obligaciones del banco aforadas a 18$ m/n cada una.
Fernando Julián Otamendi había vendido asimismo, y con el consentimiento del banco, terrenos a particulares por lo que la superficie adquirida era menor a la trazada en el plano de Moy. Otamendi se comprometía a entregar el terreno amojonado, hecho que nunca se realizará.
A mediados de la década del 30’, y a instancias de los descendientes del Sr Schweitzer, se realizará finalmente la traza y el primer loteo de la población, que comenzará a adquirir así  la fisonomía que hoy le reconocemos.

Copia del Plano realizado por Moy dibujado por el ingeniero Pedro V. Gasco. Año 1929


martes, 21 de julio de 2015

Reclamá el Hotel. 3ra parte


Una de las grandes pérdidas sufridas por el hotel han sido sin lugar a dudas las barandas de las galerías interiores de sus patios. 84 metros lineales de barandas de hierro que eran su imagen característica divididos en 30 tramos de aproximadamente 2,90ml cada uno.
Si bien las barandas resistieron al desguace de principios del 2012, pese a que no formaban parte del proyecto propuesto para el contrafrente del edificio, a partir del inicio de las obras de puesta en valor en agosto de 2013 aún era posible observar que estoicamente seguían presentes  en sus patios. Desgraciadamente hacia marzo de 2014 las barandas ya habían sido retiradas confirmándose en este hecho que el edificio continuó siendo desguazado, inclusive con posterioridad a las denuncias realizadas a partir de abril de 2012 y que fueran levantadas por los principales medios escritos  de nuestro país.
¿Siguen las barandas en el hotel?, de no ser así: ¿Es posible que se desconozca su destino? ¿Quiénes fueron sus compradores o en que viviendas adornan sus jardines?
¿Seguirán las piezas en algún corralón cercano esperando a que algún comprador adquiera lo que General Alvarado no supo resguardar?
Creo que las responsabilidades sobre estos hechos parecieran estar claramente definidas. Desde la inacción de un municipio, insensible al patrimonio común, hasta un propietario ávido de dinero que aparentemente no dudó en comercializar las piezas, protegidas por ordenanzas municipales,  y a las cuales, dado el nulo castigo ante el desguace anterior, volvió a desafiar.

¿Alguna vez actuará algún fiscal que tenga el valor de investigar estos hechos y acusar a sus responsables? 



Foto Laureano Clavero. Marzo 2012


Archivo P Grigera. Marzo 2014



jueves, 18 de junio de 2015

El 2 x 3, el nuevo ritmo que se baila en el hotel de Mar del Sud.


Desde hace dos años vengo denunciando la falta de rigurosidad en las obras de la fachada del  Hotel. La carencia de estudios previos que permitan determinar las patologías constructivas de la misma, el entender la composición de los revoques para poder así intervenir en los existentes, la falta de estudios sobre los pigmentos de los paramentos exteriores y que permitirían conocer la cromaticidad original del edificio, la falta de estudio de las condiciones de adherencia de los sustratos, el desconocimiento del devenir histórico del edificio y demás, básicos a la hora de realizar un proyecto de intervención patrimonial e intervenir en un bien de tanta valía.
Desgraciadamente, en el caso del hotel, nada de esto se ha realizado y su fachada comienza a mostrar, en los errores de su factura, las consecuencias de la carencia de esos trabajos que debieron ser realizados, previamente  al inicio de las obras.
1.-Revoques que han sido demolidos en vez de consolidados.
2.-Reemplazo de la cubierta de pizarra original por una de chapa acanalada color.
3.-La colocación de menor cantidad de balaustres en sus balcones denotando el nulo estudio del material fotográfico existente y que nos muestra el devenir del edificio en el tiempo,
4.-Un frontis al que se le ha agregado el número de año de construcción del hotel dejando el espacio libre para colocar el de terminación, cosa que nunca ha existido.
5.-El reemplazo de su portón de acceso por otro nuevo que no respeta ni proporciones ni diseño del original.
Todo esto da una idea de lo poco rigurosos de los trabajos. Claro, para el ojo poco entrenado, las obras muestran un cambio abismal entre el ayer del edificio y el hoy, en modillones de buena factura, en detalles en algunas de sus molduras que respetan su historia y que inducen a pensar en la buena hechura del trabajo realizado. Pero: ¿Cómo aceptar los enormes errores realizados cuando con una buena dirección profesional, esto no se hubiese producido?
Desde hace tiempo se ha solicitado a las autoridades que controlen las obras, es el mayor bien patrimonial del partido y las decisiones de cómo realizar el trabajo no pueden quedar solamente en mano de sus hacedores actuales y más cuando carecen de la formación profesional necesaria.
Hemos perdido una oportunidad histórica de recrear el edificio, de mostrar sus tecnologías y aprender de ellas, de percibir la pátina del  tiempo en sus muros y no, como seguramente ocurrirá, ver una fachada nueva como si hubiese sido construida ayer.
¿Qué conocimientos tienen sus hacedores sobre como intervenir obras de valor patrimonial? ¿Qué conocimientos tienen acerca de las cartas internacionales que regulan la actividad profesional y que guían cualquier intervención patrimonial? ¿Por qué no hay arquitectos especializados en el tema y sólo artesanos calificados dirigiendo las obras?
Todas estas preguntas carecen de respuestas a más de dos años de iniciadas las obras.

En estos últimos días vemos con estupor que los errores continúan. Errores que de haber existido estudios previos o registros profesionales hubiesen sido evitados. Se han reducido la cantidad de modillones bajo sus cornisas, hecho incomprensible por lo burdo. Cada tramo lateral de la fachada principal repetía aburridamente un ritmo en sus modillones: 2+5+2+5+2+5+2+5+2, mientras que en el tramo central se variaba a 3+2+3+2+3+2+3+2+3. Es decir, siempre hubo 30 modillones por tramo lateral  de fachada principal.
Hoy, y sin que a nadie se le haya movido un pelo, observamos con estupor que hay un nuevo ritmo en Mar del Sud, el 2x3, ya que ahora la fachada lateral derecha presenta 2+3+2+3+2+3+2+3+2  es decir se redujo la cantidad de modillones a 22. Claro que si entendiésemos que las tareas no están aún terminadas  podríamos suponer que finalmente tuviesen un ritmo de 2x7, al agregarse cuatro más intercalados a los existentes, y el número de modillones crecería a…..38. Cualquier alternativa nos muestra lo absurdo de los trabajos realizados ya que ni siquiera, sus hacedores, pueden acertar en el número correcto de piezas.
También esa falta de rigurosidad en las tareas se puede percibir en las molduras premoldeadas agregadas a sus cornisas que en nada condicen con las originales y que hubiesen sido fácilmente copiadas, las cuales fueron pegadas a ellas así como también se ha aumentando la distancia entre los modillones y la terminación de la moldura.
Quizás haya que comprender que al demoler la totalidad de los revoques no se tenga parámetro de cómo era la fachada, de la distancia entre modillones, de su cantidad, o del espesor de la moldura. Pero estos argumentos carecen de peso si consideramos que las fachadas laterales mantienen los mismos criterios compositivos los cuales pudieron ser copiados o recurrido al abundante material fotográfico existente, al que seguramente obviaron consultar.
¿De qué labor artesanal me hablan con tantos errores  concentrados en sólo una fachada?
¿Se pueden cometer errores tan básicos?
Desgraciadamente todavía hay gente que defiende la calidad de las obras, los entiendo, así como entiendo a muchos interesados que aplaudieron al grupo anterior, y al increíble proyecto que estos proponían, y que escaparon denunciados por estafa. Son los mismos que apoyaron al antiguo poseedor del edificio diluyendo, en sonrisas cómplices, su responsabilidad en los hechos acaecidos a partir del 2012.
Sigan aplaudiendo señores, el edificio está quedando bellísimo, no hay cartel de obra, profesionales, y hasta el intendente  actual apoya lo actuado, olvidando que durante la gestión de su propia facción política les vaciaron un edificio entero, Patrimonio de General Alvarado, al que inclusive su propio mentor, propuso como Monumento Histórico Provincial.
El Hotel, señores, hace rato es un recuerdo.




Archivo P Grigera.2011

Archivo P Grigera. 2015



miércoles, 3 de junio de 2015

15 preguntas sin respuesta.



1.-¿Porqué se desestimó el pedido de herencia vacante el cual hubiera entregado su posesión al Gobierno Provincial?

2.-¿Quién fue el autor del desguace del edificio en 2012 y cuál fue su alcance?

3.-¿Dónde está el material saqueado?

4.-¿Porqué no han sido sancionados sus responsables, no se aplicó la ley, ni detuvo su
destrucción?

5.-¿Porqué el municipio tomó como propio el proyecto de una empresa sin avales que fuera presentado al intendente de Gral Alvarado a mediados de 2012, para  luego abandonarlo a partir de las denuncias realizadas por estafa, y dejando al hotel en un estado ruinoso?

6.-¿Porqué, según el Dictámen de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, no hay firmas ni proyecto presentado y se le dio al Grupo Inversor un permiso provisorio de obras para trabajar la  fachada, pese a la carencia de certezas  respecto a la titularidad del bien?¿Quién lo aprobó?

7.-¿Porqué no se fiscalizan las obras del hotel, siendo el bien patrimonial más importante del
Municipio, por profesionales, ONG, Universidades o especialistas en el tema patrimonial?

8.-¿Porqué no fueron tomadas en cuenta las recomendaciones de la Defensoría del Pueblo?

9.-¿Porqué, a más de dos años de iniciados los trabajos, no hay cartel de obra con los nombres de los profesionales actuantes, número de matrícula profesional, indicadores urbanísticos, etc, ?

10.-¿Porqué se apoyan  obras  que están dañando con su accionar a la joya de General Alvarado haciendo Irreversible su salvaguarda?¿Quién es el representante técnico de la empresa?¿Es arquitecto, ingeniero?

11.-¿Porqué se avalan obras, que carecen del rigor profesional que el bien patrimonial merece,pudiendo haber sido realizadas con corrección?

12.-¿Por qué el municipio no compró al edificio, dado el irrisorio precio que al que se  adquirió, que hubiera dejado su propiedad para Gral Alvarado, tal cual ha ocurrido con otros  casos similares?

13.-¿Porqué se levantó totalmente la cubierta y  se ha repuesto parcialmente permitiendo que  
el  agua continúe destruyendo su interior desde mediados del 2014?

14.-¿Porqué el actual intendente reconoce el desguace pero no denuncia a los culpables, habiendo sido parte integrante del gobierno que dirigía los destinos del municipio al momento de producirse los hechos, y que debió velar por el patrimonio de General Alvarado?

15.-¿Cuál es el proyecto para el Hotel Boulevard Atlántico?¿Lo hay?


Archivo P. Grigera. 2015












martes, 28 de abril de 2015

¿Qué hacer con el Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud?


Los últimos años del Hotel Boulevard Atlántico han sido un muestrario perfecto de lo que no se debe hacer. Mentiras, proyectos faraónicos, su desguace, falta de capacidad, nulos controles, un estado municipal ausente, etc, conforman un coctel explosivo que muy pocos se atreven a denunciar.
Al día de hoy observamos con estupor que a más de 8 meses de desmantelada la cubierta del edificio, sólo se ha reemplazado un sector del frente, y para colmo de males, por una cubierta de chapa trapezoidal que en nada condice con su pizarra original.
A más de 8 meses el contrafrente de su mansarda luce desmantelado permitiendo que el agua inunde al edificio ante cada lluvia caída; edificio, quizás ya vaciado, tal cual proponían los jóvenes del ya lejano grupo inversor y que tanto daño hicieran al hotel.
Hoy, las obras no avanzan, están paradas y a casi dos años de iniciadas, las mismas parecen mostrar que la imprudencia de sus actuales responsables se cobrará nuevamente como víctima, al viejo y centenario hotel de Mar del Sud.
Queda claro ya que las obras actuales buscan el deterioro del interior del edificio para dar curso a algún proyecto, que aún desconocemos, y así, en la ruina,  poder justificar las obras tal cual hiciera el viejo grupo inversor, cerebro del desguace del 2012.
¿Cuál es el proyecto del nuevo inversor?, ¿Lo hay?
A estas alturas del problema creo necesario discutir el futuro del edificio para que no siga el expolio de sus valores patrimoniales y para ello propongo:

1.- Detener las Obras.
Dada la importancia del edificio, quizás el edificio patrimonial más importante del Partido de Gral Alvarado, y ante la falta de respuestas concretas por parte de sus hacedores, que en casi dos años, no han tenido ni la capacidad, los medios, ni han podido culminar, siquiera, las obras de la fachada del edificio, ni su cubierta, dejando que el mismo continúe deteriorándose día a día, es imperioso suspender las obras actuales que atentan contra el futuro del edificio.

2.- Inventario de los daños sufridos por el edificio a partir del desguace de 2012.
Es imprescindible conocer el inventario exacto de las pérdidas que ha sufrido el edificio en estos años para así poder encarar cualquier tipo de obra de rescate del edifico, valorando los elementos sobrevivientes e impidiendo así que sucedan hechos como el desmonte de la cubierta de pizarras y su estructura portante, que hacían a la imagen del edificio y eran imprescindibles de mantener.

3.-Proyecto de intervención.
La carencia de un proyecto de intervención patrimonial del edificio ha conducido a los enormes errores que su hacedores han materializado sobre el mismo, perdiéndose así invalorables testimonios de su  pasado del edificio así como también falseando la realidad histórica del mismo con agregados que en nada condicen con su devenir en el tiempo. Es por ello fundamental que el proyecto de intervención del hotel sea publicitado y aprobado por la totalidad de las fuerzas políticas y sociales de Gral Alvarado, dado su carácter de Patrimonio Histórico Municipal. Para ello es fundamental también que vuelva a funcionar la Comisión de Preservación Patrimonial del Municipio, tal cual establece la ordenanza 307/2000.

4.-Fiscalización de las obras.
Las obras a realizar en el hotel, deberán ser fiscalizadas por los organismos de control o personas que el municipio designe. La importancia del mismo obliga también a que organismos Provinciales, Nacionales, ONG o particulares vinculados al tema patrimonial, sean consultados al respecto para asesorar acerca del desarrollo de las tareas.

5.-Penar a los responsables del desguace de 2012.
Es indispensable cumplir con la ordenanza 307/2000, llamada Código de Preservación Patrimonial, que sancionada por el Honorable Consejo Deliberante de Gral Alvarado, establece penas a los infractores a las mismas.

6.- Restitución del material saqueado.
Sería loable identificar donde está el material desaparecido en el 2012 y en lo posible que sea restituido al hotel.

7.- Posesión del Inmueble.
El Municipio debería tomar para sí la propiedad del edificio o en su defecto interesar a las autoridades provinciales. Las iniciativas privadas hasta el día de hoy han sido sendas aventuras que han sumido al edificio en una ruina. Habría quizás que explorar los caminos que lleven, tal cual ha ocurrido en otros contextos y con otros edificios de valor patrimonial, a tomar posesión del bien y sumarlo al acervo patrimonial del Partido. Los costos de esta operación carecen de significación en relación a la importancia que el  bien tiene para toda la comunidad del Partido.


Esperemos que a partir de estas propuestas se pueda iniciar un debate sobre el futuro del edificio, entendiendo al mismo, no sólo como un bien privado, sino también como un increíble testimonio del pasado y que debe ser valorado como propiedad de toda la comunidad de Gral Alvarado.




Archivo P. Grigera. Febrero de 2015

martes, 31 de marzo de 2015

Reclamá el Hotel. 2da Parte


El Blog Mar del Sud-Boulevard Atlántico continúa la campaña tendiente a denunciar la desaparición de elementos arquitectónicos propios  del hotel. 
El reemplazo de la vieja cubierta del frente del hotel por una nueva de chapa trapezoidal ha determinado la pérdida de 300m2 de pizarra  del edificio, de enorme valor patrimonial, y que hacían a la imagen de su fachada.
Protegidos por ordenanzas municipales es deber de todos luchar porque estos hechos nunca más  se vuelvan a repetir.
Reclamá el Hotel.




martes, 3 de marzo de 2015

El Ecce Homo de Borja y el Ecce Chapum de Mar del Sud


El ECCE HOMO (“He aquí el Hombre”, su traducción del latín), es una pintura de escaso valor artístico realizada hacia 1930 en los muros del Santuario de Misericordia de Borja, Provincia de Zaragoza, España, por el pintor español Elías García Martínez.
Su devoción por la Virgen de la Misericordia llevó al artista a realizar esta obra utilizando la técnica del óleo sobre un muro, sin imprimación previa alguna, por lo que el paso del tiempo aceleró  rápidamente su deterioro.
A partir de estos hechos se inicia en el año 2012  su “restauración” a cargo de Cecilia Giménez, una octogenaria aficionada a la pintura, y  cuya mala intervención profesional traspasará los límites del pequeño poblado español, convirtiéndose en un suceso mundial y transformando a su autora y a la obra, en  una celebridad.


http://www.theguardian.com/world/2012/aug/24/spain-europe-news


En estos últimos tiempos observamos con estupor las tareas de  “restauración” del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud y el reemplazo de su cubierta, que originariamente era de pizarra y de la cual sobrevivía luego de más de 120 años todo su frente, por una nueva de chapas trapezoidales color y que en nada condicen con su estilo y características originales. De allí la denominación grigerística, ECCE CHAPUM (“He aquí la chapa….”)

¿Qué fue lo que determinó que sus actuales hacedores desistieran de recuperar su cubierta original? ¿Están al tanto las autoridades del municipio del tamaño atentado al Patrimonio de General Alvarado que estas tareas implican? ¿Cuáles son los interesen que se ocultan detrás de esta obra, que a más de un año de iniciadas las tareas carece de cartel de obra y se desconocen los alcances de las mismas?


Archivo Pablo Grigera. 2015


La cubierta del  Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud ha sufrido durante toda su historia los embates de un clima riguroso. Proyectada para un clima muy diferente al nuestro, su diseño debe explicarse en relación a los criterios proyectuales empleados en la época  donde era habitual que, a la pureza de su estilo, se le agregaran elementos prestigiosos  propios de otras arquitecturas.
El deterioro de la cubierta a través del tiempo  siempre priorizó el mantenimiento intacto de su frente, por lo que los faldones laterales y su contrafrente fueron reemplazados, a lo largo del tiempo, por cubiertas de chapa acanalada y plegada, reservando algunas de sus pizarras para el arreglo del frente principal.
¿Pero hubiese podido ser restaurada su mansarda?
Si. Los conocimientos profesionales actuales permiten la recuperación de estas estructuras respetando los criterios constructivos y los materiales de antaño, cosa que en el caso del Hotel Boulevard Atlántico se han obviado por completo, desmantelando la histórica cubierta y reemplazándola por una nueva que en nada condice con sus características técnicas y materiales originales.
Existen numerosísimos ejemplos en nuestro país de edificios en los que estas tareas se han realizado con calidad por especialistas idóneos que hubiesen podido, en el caso del hotel, rescatar su cubierta en base a criterios profesionales de intervención, completando las pizarras faltantes, zinguerías y crestería y así restaurar dicho frente, que debió ser respetado, en detrimento de este “reciclaje noventoso” en que se han convertido las obras del hotel.
La restauración debe dirigirse al restablecimiento de la unidad potencial de la obra de arte, siempre que esto sea posible sin cometer falsificación histórica o artística, y sin borrar huella alguna del transcurso de la obra de arte a través del tiempo.” [1]
Se han perdido así definitivamente formas de construir y materiales propios del siglo XIX  que debieron ser respetados.
Ya no basta justificar la falta de criterio de sus actuantes en relación a los costos que implica su “restauración", eligiendo siempre la solución más económica en detrimento  de lo que debe ser la intervención del hotel; los resultados están a la vista. Mientras, las autoridades municipales del Partido de General Alvarado siguen mirando para otro lado y  el hotel  sigue llorando sus pérdidas, día a día, sin que  nadie se digne a poner un freno a esta situación

Esperemos que al igual que el ECCE HOMO de Borja, las obras no sigan convirtiendo a sus hacedores en “celebridades de verano”, ni que sean empleados, al igual que a la octogenaria pintora, como íconos burlones, que escondan en insólitos argumentos la falta de criterio y capacidad para actuar sobre obras del valor patrimonial del hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud.

 
Archivo Pablo Grigera.2014
















[1] Cesare Brandi, Teoría de la Restauración. Alianza editorial. 2008.

domingo, 1 de febrero de 2015

Reclamá el Hotel.


El Blog "Mar del Sud-Boulevard Atlántico" inicia una campaña tendiente a la búsqueda de los elementos arquitectónicos saqueados del hotel a partir de comienzos del año 2012.
El volúmen del expolio presupone que muchas de estos elememtos se encuentren aún en corralones de materiales u anticuarios por lo que es imprescindible conocer su destino.
Protegidos por ordenanzas municipales, estos hechos aún no han tenido  explicación alguna por parte de las las autoridades, pese a ser el edificio uno de los mayores bienes patrimoniales del Partido de General Alvarado y referente único de su tipo en nuestro país.
Al día de hoy el desguace continúa por lo que es deber de todos cuidar que el hotel no siga perdiendo, por codicia o negligencia, piezas arquitectónicas que han permanecido por más de 120 años en el edificio y hacen al patrimonio de la localidad.
Reclamá el Hotel.

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Agradecimiento especial a Cecilia Zalazar.

martes, 13 de enero de 2015

Política y Patrimonio.El Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, un caso paradigmático. 4ta Parte.


Palabras finales y recomendaciones a futuro.


Seguramente el Hotel Boulevard Atlántico será “refaccionado”. No sabemos si a partir de algún proyecto aún inexistente o se continuarán las obras actuales, carentes de dirección profesional alguna por parte de la gente que las realiza.

Archivo Pablo Grigera. Noviembre de 2014

Quizás para los no entendidos, o que no conocen en profundidad lo acontecido, las actuales tareas representen la esperanza de un futuro mejor, de ver el hotel restaurado y en funcionamiento; los comprendo. Para otros, y en ellos me incluyo, su estado actual esconde el hecho que su condición ruinosa no es sólo producto del paso del tiempo sino también de los increíbles  errores que se han sucedido desde el año 2012 y de los cuales habría responsables directos como ser:
a) el grupo inversor que quiso hacer su negocio a costa del edificio, Patrimonio Municipal de General Alvarado, y poco le importó su propia destrucción.
b) el poseedor del bien que creyó que, dada su edad avanzada, esta era la última oportunidad de ver el edificio en pie, de formar parte del proyecto de rescate del edificio, de recibir dinero a cambio y de poder terminar sus días en el, tal cual era su deseo. Esto lo llevará a ser el responsable material de la demolición del contrafrente del edificio pero también en el principal beneficiario de la venta de sus partes.
c) el municipio, que creyó, ingenuamente o no, en un proyecto sin el más mínimo criterio profesional, sin ningún control sobre el inexistente aval profesional de los involucrados y sin pedir ningún tipo de asesoramiento profesional a organismos o instituciones que hubiesen contribuido con mejores soluciones al problema del hotel. Los continuos errores del mismo no se terminan de comprender y resultan casi infantiles a los ojos de cualquiera que tenga un conocimiento de los procedimientos que implican la realización de obras arquitectónicas y que han sumido al municipio en el descrédito absoluto. El expolio de las partes componentes del hotel y la venta de ellas dentro del ámbito del partido  es un hecho incomprensible que debiera ser penado como así también la nula respuesta a los dictámenes que los organismos de control han determinado.
A veces recuerdo la facilidad de acceso de aquellos jóvenes del ya lejano (¿lejano?) grupo inversor, responsable del desastre de 2012, a las oficinas del Intendente del Partido de General Alvarado y demás funcionarios gubernamentales y queda claro que, para estos últimos, el problema que les genera el Hotel Boulevard Atlántico los ha superado. No han sido capaces ni siquiera de convocar a especialistas u organismos vinculados con la preservación del patrimonio, ya sea públicos o privados, a Universidades [1]u otras casas de estudio y que hubiesen podido aportar sus conocimientos y experiencia para rescatar al gigante de Mar del Sud, manteniendo los criterios que las cartas internacionales que regulan la actividad establecen. El mismo informe de la Defensoría del Pueblo hace mención a esa necesidad que los actuales hacedores, como actuantes en obras patrimoniales, debieran conocer.

Página del Municipio de General Alvarado. 24 de julio de 2012
                             
A mi criterio hay que entender que el que haya obras en el hotel le permite al municipio lavar sus culpas, sus responsabilidades en el desastre del 2012, trasladable también a los otros responsables directos que creyeron la propuesta del grupo inversor y que participaron de las reuniones que estos realizaban  mostrando los avances del proyecto y permaneciendo silenciosos ante el desastre del 2012.
Los argumentos de que la continuidad de las obras son la única oportunidad de llevar el edificio a un estado digno sin sus balcones caídos, ni revoques descascarados, son falaces, ya que esconden la claudicación que las obras pueden ser bien realizadas, con controles profesionales adecuados, con estudios previos que permitan justificar lo que se hace. Este pensamiento, que sostiene la idea que no importa si en vez de once hay diez balaustres, que es lo mismo poner un portón que en nada tiene que ver con el original, o que coloca fechas en su frontis que nunca han estado allí, minimiza la labor de los especialistas en el tema en pos de terminar las obras como sea y al costo que sea, como ser la pérdida invalorable de testimonios y registros de la construcción del hotel, de sus materiales y demás. Lo importante no es cómo se hacen las cosas sino que se hagan.
El creer que la crítica desestabiliza, el pensar que uno critica desde el hecho de criticar hacen pasar a segundo plano los argumentos principales del porqué se critica. Ese es el objeto del gobierno municipal, no debatir, ya que en el debate de las obras en cuestión no podría justificar lo actuado.
El hacer visible un problema que se quiere ocultar molesta a las autoridades, en especial la publicación de noticias referidas a los hechos acontecidos con las obras del hotel.
El dominio de las redes sociales adquiere entonces importancia capital, pero a falta de argumentos profesionales las críticas mutan a descalificaciones y amenazas personales. Quizás lo más sorprendente sea el uso de calificativos como el de “porteño”, en mi caso particular, o “señora de Barrio Norte” en el caso de la presidenta de Amigos de Mar del Sud, y que a modo de agresión reavivan una dicotomía latente entre Buenos Aires y el interior o entre veraneantes y locales y que tristemente aún tiene muchos adeptos. Desgraciadamente la demolición del 2012,  generada a partir del proyecto de puesta en valor, alteró para siempre el patrimonio del hotel. Sólo unos pocos vimos la trampa, padeciendo la indiferencia social y gubernamental ante nuestras denuncias de que el hotel estaba en peligro.
Una de las grandes enseñanzas de esta historia es comprender el comportamiento de la sociedad del lugar ante la irrupción de un proyecto de estas características, ya que con sus anhelos, sueños y esperanzas de un futuro mejor, ilusionó a todo el conjunto social de Mar del Sud.
Quizás haya que aprender a volcar los conocimientos profesionales propios de la especialidad y que son vistos como de gran complejidad, y llevarlos a un lenguaje franco y llano que permita transmitir esos conceptos con claridad y mayor simpleza, pero ¿Cómo convencer también a un pueblo, que a través de los años se ha acostumbrado a convivir  con trozos  del hotel en sus propias viviendas, ya sea una ventana, un postigón, una falleba, ladrillos, una cama  o hasta la barra del bar de su confitería y cuyo hotel desde siempre ha sido  el proveedor de muchos de materiales en la localidad, de la importancia de aprender a valorar su propio patrimonio al que desde hace tiempo se lo considera una ruina?

Celosías y postigos de hotel en viviendas de la localidad. Archivo P. Grigera. 2011

El trabajo es arduo, implica educar, enseñar los valores del hotel, su historia, desconocida inclusive hasta para los propios chicos de la escuela local. Mar del Sud tiene un rico patrimonio cultural extensible a los restos del viejo hotel enterrado al norte del arroyo La Carolina[2],  en los restos de barcos hundidos frente a sus costas y que cada tanto vuelcan su carga en sus playa[3], en la riqueza paleontológica del área, en el cementerio de los niños judíos enterrados a la vera del Arroyo La Tigra[4]  y en el riquísimo legado de las estancias que la circundan.
La experiencia vivida determina que es indispensable que cada municipio tenga una Comisión de Preservación Patrimonial que vele por la protección de los bienes culturales del municipio, integrada por sus autoridades, representantes de organizaciones sociales, colegios profesionales y demás donde puedan ser debatidas y estudiadas  previamente  cualquier  tipo de intervención que se realice en obras de valor patrimonial.
Desgraciadamente muchas veces ocurre que dichas comisiones, que  son conformadas de acuerdo a las ordenanzas sancionadas,  no funcionan como tales ni los municipios recurren a ellas para que se expidan. El caso de Gral Alvarado es un claro ejemplo de ello, ya que pese a ser sancionada su formación su actuación fue efímera, hasta que, sumado el municipio en el mayor descrédito debido a lo sucedido, decidió volver a apostar por su funcionamiento, tal cual le exigió la Defensoría del Pueblo en su dictamen de febrero de 2014, pero sin el menor éxito.
El que los bienes patrimoniales sean privados muchas veces es un impedimento para proteger al bien, ya que los litigios legales son infinitos así como interminables los procesos que los involucran, perdiéndose así tiempo precioso que hace a la salvaguarda del bien. Es por ello que se deben incrementar y favorecer los incentivos que permitan la manutención de los monumentos, desgravar impuestos así como dotar de apoyo profesional y técnico a los propietarios de dichos bienes. El Código de Preservación del Municipio de Gral Alvarado es muy claro al no diferenciar, ante la valoración de un bien patrimonial, su condición de público o privado.
Es imprescindible publicitar lo sucedido. Así como en muchas universidades se enseña en base a la casuística, el conocer este tipo de hechos ayuda a evitar que no  se vuelvan a repetir. Dar a publicitad los hechos permite evitar el manto de impunidad que los culpables de estos hechos tratan de plantear por todos los medios a su alcance. El papel de las redes sociales es primordial y es allí donde se libran muchas batallas y los gobiernos son conscientes de ello y ponen sus recursos allí buscando ganar la pulseada mediática.

Semanario El Argentino Miramar. 30 de diciembre de 2014

Se deben aplicar las leyes existentes que penan a los responsables de dichos hechos. Si bien las penas son de difícil cumplimiento, quizás el sólo hecho de llevarlas a cabo permita entender que los castigos a estos hechos existen, que están perfectamente establecidos y que deben ser aplicados ya sea a propietarios, profesionales y autoridades responsables.
Es hora que los distintos colegios profesionales estudien las distintas incumbencias profesionales necesarias para trabajar en obras de valor patrimonial. Estas deben ser realizadas por especialistas en la materia que cumplan ciertos requisitos que los colegios profesionales deberán establecer. Hay que comprender que las alteraciones de los bienes patrimoniales son irreversibles y es por ello que deben existir, en cada etapa de las obras, controles realizados por especialistas que permitan evitar acciones irresponsables.
En estos últimos tiempos se ha generado en España un debate acerca de quiénes son los encargados de intervenir sobre bienes patrimoniales, discusión que sería bueno que también pudiese ser trasladada a nuestro país. Algunas reglamentaciones españolas  refieren a “personal cualificado” pero no aclarando demasiado sobre el alcance de esta calificación.
La conservadora-restauradora María Prieto Pedregal[5] expresa, al referirse a estos temas, que esto deja la puerta abierta a que se puedan causar graves perjuicios al patrimonio cultural y por lo tanto a la colectividad y agrega que esto pone de relieve la desprotección de los bienes y de los usuarios a quienes puede resultar difícil juzgar la calidad de las prestaciones que deben recibir.
Ya hemos visto, en el caso del Hotel Boulevard Atlántico, la irresponsabilidad de las personas que actuaron dañando esta joya de nuestra arquitectura, por lo que creo es imprescindible establecer incumbencias profesionales que eviten continuar con la destrucción de nuestro propio patrimonio cultural.
Es hora también que las labores de las ONG especializadas en el tema cobren mayor difusión, que su voz sea escuchada así como también la de los organismos públicos especializados en el tema. Debemos tener un rol más activo, que involucre a todos aquellos comprometidos con la defensa del patrimonio. Es fundamental que los cursos referidos al tema de la preservación del patrimonio incluyan la necesidad de formar a los profesionales con herramientas que les permitan tener un discurso accesible ante la población en general y que no vean al especialista como un ser alejado de la realidad o como un “preciosista”.[6]
Finalmente, sería bueno que así como se debieran respetar en toda intervención patrimonial las distintas épocas del monumento, pudiesen quedar como testimonio de la sinrazón los muros derruidos del contrafrente como un mudo testigo de lo que nunca debió ocurrir, hay sobrados ejemplos en nuestro país y en el mundo de magníficas actuaciones profesionales que han logrado rescatar edificios ruinosos consolidándolos y haciéndolos partícipes del patrimonio de municipios, que han tenido el tino e inteligencia de saber qué hacer con su propio pasado.

El caso del Hotel Boulevard Atlántico debe servir de ejemplo, y ya que las penas por estos delitos son de difícil cumplimiento, que estos hechos reflejen lo que nunca debió ocurrir.

Archivo P. Grigera. Enero 2015
                               





[1] En 2008 la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba en conjunto con la Universidad Nacional de Mar del Plata estuvieron trabajando en el Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud relevando el edificio y realizando tareas vinculadas con el estudio de las características del edificio las cuales fueron presentadas en Miramar en octubre de 2009.
[2] Mar del Sud fue fundado a principios de 1888 al norte del arroyo La Carolina. Lo que hoy conocemos como Mar del Sud incluye la urbanización realizada al sur de dicho arroyo y que conocida como Boulevard Atlántico fue el inicio de la población a partir de la construcción de un hotel, el Hotel Boulevard Atlántico. El proyecto al norte del Arroyo La Carolina también se iniciará a partir de la construcción de un hotel que funcionará una temporada y que caído el proyecto inicial debido a la crisis de 1890, sus restos serán cubiertos por la arena.  En el año 2010 su ubicación fue determinada con exactitud por Laureano Clavero abriéndose perspectivas interesantes para iniciar su prospección arqueológica.
[3] El sector de costa entre Mar del Sud y Centinela del Mar,recibe,desde hace años restos de cerámica correspondientes a la carga de un naufragio. Clavero ha determinado su correspondencia a losa de la firma inglesa Spode, propia del siglo XIX.
[4] Entre enero y abril de 1892 el Hotel Boulevard Atlántico recibió como huéspedes a un grupo de inmigrantes judíos conocidos como los Pampistas por ser el Pampa el barco que los trajo a nuestro país, previo a su destino final en las colonias entrerrianas. A causa de una epidemia de tifus o quizás psitacosis algunos pequeños murieron en Mar del Sud siendo sus restos enterrados al otro lado del Arroyo La Tigra desconociéndose su ubicación exacta.
[5] La Conservación y Restauración de bienes culturales, una profesión en busca de regulación. María José Prieto Pedregal. Conservadora-Restauradora. Revista ph 86, octubre 2014. Debate 3. El futuro de la conservación-restauración de bienes culturales. Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.
[6] Este término, utilizado hacia mí como una descalificación por entender que las obras encaradas en el hotel carecían de los criterios profesionales necesarios, es el sentir de muchas personas, que ven el accionar profesional del especialista en Preservación del Patrimonio como una actividad quizás demasiado específica y que no justifica  ese “preciosismo” que cualquier profesional debiera pregonar ante un bien de las características del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud.