Vista 1945

Vista 1945
Hotel Boulevard Atlántico. Mar del Sud. Año 1945. Archivo Pablo Grigera

sábado, 27 de diciembre de 2014

Cuantificando el desguace de 2012

En trabajos  anteriores hemos mencionado a febrero del 2012 como  la fecha de inicio del desguace del contrafrente del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, coincidente quizás con las promesas efectuadas al poseedor del bien, por parte de un grupo inversor.  La puesta en valor del edificio que estos pregonaban y lo descartable que resultaban al nuevo proyecto las alas de habitaciones y galerías de sus patios, determinaron que fuesen desmanteladas y vendidas carpinterías, pisos de pinotea, tirantes, barandas de hierro, fallebas y demás, pese a ser el edificio Monumento Histórico Municipal por la ordenanza 247/88 del Honorable Consejo Deliberante del Partido de Gral Alvarado.

Archivo P. Grigera. 2012

Muchas veces la cuantificación de los daños representa el sólo y frío hecho de registrar esas pérdidas invalorables del patrimonio de Gral Alvarado, sin tomar conciencia de la magnitud de la pérdida ni del hecho en sí: 44 puertas ventanas de dos hojas con postigos interiores de madera de cedro, 174 celosías de madera, más de 500 m2 de pinotea, 88 fallebas importadas, cientos de metros de tirantes de pinotea, 84 ml de baranda de hierro forjado de las galerías, puertas interiores, perfiles doble T, etc.  A esto habría que sumarle los numerosos materiales, de los cuales desconocemos si han sobrevivido, hasta que no se realice un exhaustivo inventario de las pérdidas que ha sufrido el edificio a partir del anuncio del proyecto, que por aquellos años el grupo inversor planeaba realizar para el hotel, antes de caer  en desgracia a fines de octubre de 2013.

Archivo P. Grigera.2012

Pero el hecho más terrible de todo esto es que también se puede cuantificar económicamente la pérdida de estos materiales, a partir analizar el precio de mercado de elementos similares a los desaparecidos, pudiéndose establecer así el importante  rédito que  esas ventas, que lesionaron por completo el patrimonio del hotel, dejaron a sus responsables.
Si consideramos que se publicitan, en portales de venta de antigüedades, puertas ventanas con postigones a valores de entre 3500 y 7000 pesos, podemos cuantificar en esas 44 carpinterías desaparecidas una suma extraordinaria de dinero. Ni que hablar de las antiguas celosías, que si hubiesen sido vendidas individualmente  habrían dejado un rédito de varias decenas de miles de pesos, o al igual que la venta de los puños de fallebas y sistemas completos de herrajes de accionamiento que tienen buen valor en el mercado de antigüedades.





La pinotea , vendida según testimonios a carpinteros de la zona, se cotiza muy bien ya que el m2 de la misma se  valora entre 450$ y 600$  dependiendo de su estado y su pertenencia a un piso superior o a una planta baja, ya que se diferencian por la presencia o no de  humedad en las mismas. Sus más de 500m2 nos muestran la magnitud del negocio y del desastre también.
Quizás el costo de los tirantes de madera sea también una presa valorada por los anticuarios y corralones de demolición, dada la excelente calidad de los mismos pero en este caso dependiente siempre de su estado de conservación.
La última gran pérdida del edificio han sido los más de 80ml de baranda de sus galerías, las cuales sobrevivieron al lento paso del tiempo y a la demolición inicial, pero no a la codicia de los que lucraron con su venta.
Como podemos observar, el desguace del edificio no sólo alteró para siempre el destino del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, sino que también generó un rédito económico, más que importante y valuado en varios cientos de miles de pesos, a los propios responsables del desastre.

¿Qué hubiera pasado si esto hechos acontecían en el Coliseo Romano, en el Cabildo de Buenos Aires o en cualquier edificio de importancia patrimonial?
Queremos suponer, que el Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud debiera significar para los habitantes del Partido de General Alvarado lo mismo que el Coliseo para los romanos o el Cabildo para todos los Argentinos: un hito patrimonial, por lo que las implicancias referidas a estos hechos, en cualquiera de los casos mencionados, hubiesen producido un escándalo de proporciones mayúsculas así como también renuncias entre los funcionarios responsables. Desgraciadamente en el caso del Hotel Boulevard Atlántico las responsabilidades se diluyen con el paso del tiempo, nadie ha renunciado  y las obras actuales intentan por todos los medios de hacer  olvidar lo acontecido con obras que carecen en lo más mínimo del profesionalismo que el edificio requiere en su intervención.

¿Porqué a tres años de los hechos aún no ha actuado fiscal alguno inquiriendo sobre dicha situación?
¿Porqué no han sido aplicadas las penas que establece el Código de Preservación Patrimonial del Municipio a los responsables de los hechos?

Desgraciadamente el silencio del municipio, ocultando bajo las obras que se realizan en la actualidad, y que tal cual refiriera la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires carecían de todo permiso de obra y legalidad, continúa. Al día de hoy aún no han emitido comentario alguno que intente comprender su accionar ni que explique cómo desaparecieron, ante sus propias narices, todos los elementos citados anteriormente del que es quizás el edificio de mayor valor patrimonial del Partido.
A más de un año de iniciadas las obras las mismas carecen de Cartel de Obra y desconocemos la existencia de un proyecto de intervención sobre el edificio, lo cual se suma a la inexistencia de controles  por parte de los organismos Nacionales, Provinciales o Municipales referidos al tema y los cuales debieron ser consultados por el municipio.

Esperemos finalmente, cuando ya nos acercamos al  tercer  aniversario del inicio del desguace del edificio, que las propias autoridades puedan exponer definitivamente sus aclaraciones en referencia a los sucesos de 2012 así como también sea hora de que los responsables del mismo puedan ser juzgados en consecuencia.

Diario Clarín. 13 de julio de 2012

lunes, 8 de diciembre de 2014

Política y Patrimonio. El Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, un caso paradigmático. 3ra Parte


Los hechos se precipitan. La caída del grupo inversor y sus consecuencias.


A partir de todos estos descubrimientos se planteó el tema de cómo hacer público esto, para ello se decidió, junto a la Asociación Amigos de Mar del Sud,denunciar el hecho ante la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, como un modo de efectuar el reclamo a través de un organismo público de control de lo que estaba ocurriendo con el Hotel Boulevard Atlántico. Paralelamente se publicaron las denuncias a modo de cuentos en un blog en donde se exponían también los trabajos de investigación que había realizado desde el año 1997.
El éxito fue rotundo, ya que los cuentos describían lo bizarro de la situación y a medida que eran publicados los responsables de las páginas web del grupo inversor iban sacando las imágenes denunciadas hasta llegar al colmo de modificar en un lapso de minutos las imágenes que representaban el ámbito de trabajo del grupo inversor en la Argentina y que correspondían a un estudio de diseño en Timisoara, Rumania, y luego las del contacto, modificando las correspondientes a la obra de Zaha Hadid en Beijing por una escuela de diseño en Glasgow, Escocia.

www.marum.com.ar/equipo/equipo.htm

www.marum.com.ar/contacto/contacto.htm. 27/11/2013


Inmediatamente fueron borrados también los rostros de los asesores del proyecto, direcciones de las oficinas, teléfonos, así como también quedó fuera de servicio la página de facebook de la Asociación Amigos del Hotel Boulevard Atlántico, quien apuntalaba con información y notas alusivas al proyecto en cuestión.

www.blvdatlanticohotel.com.ar/contacto.htm. 7/8/2013

www.blvdatlanticohotel.com.ar/contacto.htm. 16/11/2013



Por esos días los responsables de la realización de las obras de puesta en valor denunciaban también haber sido estafados por el grupo inversor, obligándolos a dejar en depósito una suma de dinero en concepto de “garantía”, previa al comienzo de las obras, dinero con el que se pagó uno de los juicios pendientes, en este caso el que se mantenía con la Cooperativa Eléctrica de la localidad. A esta denuncia se le sumará también la del propio poseedor del bien.
El proyecto quedará trunco  hacia fines de octubre-noviembre de 2013, continuando las obras la empresa subcontratista que había denunciado la estafa, y según lo afirmado por ellos, absorbiendo los costos realizados en la obra ante el no pago del grupo inversor.
El municipio continuó mirando para otro lado, pero en las sombras operaba para quedar lo mejor parado posible ante el descrédito de su accionar.
Al poco tiempo un nuevo inversor apareció en escena traído por los mismos subcontratistas de la obra. La rapidez con que aparece el “nuevo inversor” es realmente llamativa, ya que se esperaron muchísimos años para que apareciera alguien interesado en adquirir el hotel y en un período de casi un mes aparece, luego de caído el anterior, uno nuevo y aportado por el subcontratista del grupo anterior y al que aún no se le conoce el rostro, recayendo toda la exposición que el tema del hotel genera, en la empresa subcontratista y en especial en su responsable.
Lo extraño de esta situación es el aporte de dinero, por parte del nuevo grupo inversor, y el aporte laboral, por el contratista, cuando  aún no se ha definido judicialmente el tema de la propiedad del bien. ¿Quién querría aportar dinero en un negocio así?
La puesta en valor del hotel se retomará sin permiso de obra, ya que este había caducado en noviembre de 2013, y desconocemos si el municipio prorrogó u otorgó uno nuevo. De hacerlo, ¿a quién se lo dió?, al nuevo inversor que ni siquiera es el propietario del edificio, que como recordamos está con serios problemas en relación a su dominio y aún la justicia no se ha expedido en relación a ese tema, o al subcontratista, que ni siquiera es un profesional matriculado en alguna de las ramas relacionadas con la construcción. ¿Quién firma el pedido de obra?: ¿el actual poseedor? Si el municipio repite el mismo criterio empleado anteriormente en dar un permiso provisorio de obra, ¿Quiénes son los responsables de la mismas?¿Se ha presentado algún proyecto de intervención del edificio?
Un hecho singular es la continuación del expolio del edificio ya que han desaparecido las barandas de las alas de habitaciones, pero con un criterio quirúrgico ya que sólo han desaparecido las correspondientes a las alas de habitaciones y no las del cuerpo principal, reafirmando este hecho que este sector del edificio, las alas de habitaciones, están condenadas a ser demolidas, tal cual era el planteo original del grupo inversor saliente y que motivo la demolición del 2012.

Archivo Pablo Grigera. 2014.

En estos últimos tiempos las ventas de sus elementos componentes han continuado en los corralones de la zona, siendo conocidos los casos de postigones de madera del hotel que han sido vendidos para embellecer vaya a saber que casco de estancia cercano.
A mi criterio las tareas que se están realizando en la actualidad carecen de profesionalismo, ¿porqué no existe ningún estudio previo que justifique las obras que se realizan? Estudios en laboratorios que permitan conocer la composición de los revoques, cromaticidad, adherencia al sustrato, etc.
Es inexistente también un estudio de la valoración del edificio, el inventario de cada una de sus partes integrantes y que permitan definir criterios de intervención en ellas, que es lo que se va a mantener, que no. Ni que hablar del estudio previo de la documentación fotográfica existente sobre el hotel y que permita conocer su devenir histórico, de cómo evolucionó en el tiempo, de sus agregados, de sus pérdidas. Todos estos elementos deben ser considerados previamente a la intervención de cualquier edificio de valor patrimonial. ¿Existen dichos estudios?
Estas carencias se han visto reflejadas en las tareas que se realizan en el hotel, en los innumerables errores que han impedido conocer, con el accionar poco profesional de sus hacedores, los modos de construir y los materiales empleados al construirse el hotel, ocultando vestigios importantes que hacen al conocimiento de su historia.
El dotar al frontis del edificio de una fecha de construcción ubicada en el ángulo inferior del mismo es un grueso error ya que no existe documentación fotográfica alguna de su existencia y ha sido colocada en base a comentarios del actual poseedor que carecen de fundamento alguno. Lo triste del caso es que el ángulo inferior derecho del mismo ha sido reservado para ubicar allí la fecha de terminación de las obras arrogándose sus hacedores una potestad totalmente contraria a las cartas internacionales que regulan la actividad como la Carta de Venecia que en su artículo 9º señala que el límite de la restauración está donde comienza la hipótesis.

Archivo Pablo Grigera. 2014.

Ni que hablar del nuevo portón de acceso que ocupa del histórico portón del hotel al que el tiempo y el nulo mantenimiento, ha hecho estragos. El desconocimiento del devenir histórico del portón ha dado como resultado uno nuevo de dudoso gusto pero perfecto quizás para alguna quinta de los suburbios de cualquier ciudad, intentando repetir en su diseño las líneas del original, pero careciendo de las  proporciones, tecnologías y materiales que lo asimilen con aquel.
¿Pero cómo pudo cometerse tamaño error? No hubiese sido posible consultar a algún especialista o al mismo Museo De Punta Hermengo, Miramar, que atesora numeroso material fotográfico que hubiese ayudado a dar respuestas correctas al diseño del portón.

Archivo Pablo Grigera.2014 


A veces  el ego, la vanidad o el afán de protagonismo, conspiran contra una actividad en la que el silencio del estudio, el respeto por el pasado y la humildad deberían ser prioritarios.
Es de hacer notar que al igual que el portón se han visto alterados los pilares que lo enmarcan siendo modificadas sus proporciones y perdiéndose para siempre la oportunidad única para verificar la existencia de restos de las viejas fijaciones y que nos permitan determinar la altura del portón original, la existencia de artefactos de iluminación en su parte superior, y tantas otras preguntas que seguramente jamás tendrán respuesta ya. La demolición parcial de uno de ellos, tal cual atestiguan los pobladores del lugar, nos invita a pensar en si este fue un hecho casual o tuvo alguna intencionalidad relacionada con la mayor medida del portón recientemente colocado.
Finalmente es importante recalcar que ese nulo estudio del pasado del edificio a través de sus fotografías ha determinado que los hacedores del trabajo, y que declaman la labor artesanal de sus tareas, hayan equivocado el número de balaustres del balcón principal del primer piso ya que en vez de los once originales por tramo y perfectamente visibles en las fotografías existentes, han sido ubicados diez. Pero ¿Qué llevó  a sus responsables a cometer tal error? Quizás la respuesta esté en que hayan sido adquiridos ya elaborados, y dadas sus medidas, no se hubiesen podido colocar las 11 originales por tramo. Si observamos con detenimiento el trabajo realizado esta teoría quizás pueda ser errónea ya que el espacio entre ellos hubiese permitido colocar un balaustre más, respetando el criterio original del profesional que diseñó el hotel, y cuyas decisiones lejos están de ser casuales, pero esta última afirmación quizás necesite de mayores investigaciones que permitan clarificar las distintas relaciones y proporciones que existen entre las distintas partes del edificio.
Todo esto corrobora la teoría de que este trabajo es una GRAN FACHADA en que da lo mismo un portón cualquiera que el portón original, once o diez balaustres, o hasta un frontis cuyo diseño nunca fue así.

Archivo Pablo Grigera.2014

En febrero de 2014 fue entregado el Dictamen de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires[1] que a partir de todos sus equipos de trabajo, los cuales incluyen arquitectos especializados en patrimonio, abogados y técnicos, y a partir de las consultas  realizadas a los organismos Provinciales que velan por el Patrimonio de la Provincia, emitieron recomendaciones al gobierno del Partido de General Alvarado con respecto a la situación denunciada con respecto al hotel.
Su diagnóstico preciso en el que se resaltan la falta de permisos, proyecto de intervención, cartel de obra y pobres respuestas por parte del municipio a sus requerimientos, son de importancia.
Es notable la mención de que las obras de la fachada del  hotel tenían un permiso del municipio pero “sin firma alguna de responsable profesional ni del propietario del mismo”. ¿Cómo fue entonces que se permitió iniciar las tareas?
Asimismo el informe de la Defensoría del Pueblo contribuye aún más a la confusión al mencionar que el permiso de obra dado por el Municipio caducaba en noviembre de 2013. Lo extraño de esto es que la finalización de las obras de la fachada del hotel, como habíamos dicho anteriormente, estaban siendo publicitadas por sus responsables para enero del 2014, coincidente con la temporada estival, y que inclusive servirían de ámbito para la presentación del libro de la historiadora local. ¿Cómo entender entonces que las obras se iban a inaugurar en enero del 2014 y que el permiso caducara en noviembre del año anterior?
Esto habla  a las claras de que el municipio unilateralmente canceló el permiso otorgado luego de las denuncias efectuadas y del papelón de los avales inexistentes que el grupo inversor decía poseer.
Si bien su puesta en práctica ha sido nula queda como antecedente del pensamiento de estos organismos de control que fueron convocados para emitir su opinión con respecto a este tema.
El dictamen finalmente recomienda al municipio respetar las ordenanzas por ellos sancionadas y en especial el Código de Preservación Patrimonial del año 2000, la 307/00.
Hasta el día de hoy no ha existido aún ningún tipo de pena hacia los responsables de este desastre. La ordenanza 307/00 establece penas a los infractores, ya sea propietarios, profesionales, empresas constructoras, que no han sido aplicadas en lo más mínimo por el Municipio de General Alvarado que a estas alturas parece no recordar que había hecho propio el proyecto de intervención  del hotel.





[1]Dictamen de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. Resolución Nº12-14.Publicada en el Diario Digital El Recado de Miramar el 11 de abril de 2014 y en http://pgrigeramardelsud.blogspot.com.ar/