Vista 1945

Vista 1945
Hotel Boulevard Atlántico. Mar del Sud. Año 1945. Archivo Pablo Grigera

jueves, 31 de enero de 2019

Setenta balcones y ninguna flor. Doce balcones: ¿Algún rigor? 2da Parte.



En agosto de 2016  y debido a las numerosas irregularidades cometidas las obras del hotel serán clausuradas por las autoridades de Gral Alvarado. Su propietario será multado pero  las tareas continuarán con la  connivencia de un municipio, que por un lado multa y por el otro no ejerce los controles sobre la clausura de las obras.
En marzo de 2018 será abonada la multa correspondiente y serán presentados planos en el municipio para ser aprobados a casi cinco años de iniciadas las tareas.
Esto alentará a sus responsables a continuar con las obras sobre la fachada principal, lo que se ve, y pese a la no aprobación de la documentación presentada. 
La continuidad de las obras se concentrará así en  los balcones sobre la calle 15 y sobre el ala oeste de la fachada principal mostrando la necesidad de sus responsables, y del gobierno municipal, de dar visibilidad a  las  obras del hotel lo cual será  publicitado también por medios periodísticos zonales.
Cuando a partir del año 2013 se iniciaron las tareas de puesta en valor de su fachada principal la falta de conocimientos profesionales de sus actuantes determinará la demolición de todos sus revoques, molduras y balcones perdiéndose así los parámetros originales de diseño del edificio. Estos errores marcarán el futuro de las tareas y en el caso de los balcones esto se hará evidente, a saber:

1.-Al carecerse de registro sobre sus dimensiones, se procederá a su reconstrucción modificándose muchas de esas proporciones y características.
2.-Al variar el espesor de sus losas se cambió la relación proporcional de las molduras que ya habían cambiado las líneas de su diseño. Las columnas  de los extremos reducirán sus dimensiones, que debieron coincidir con la de los mensulones ubicados bajo sus losas, generando así mayor espacio entre ellas. Este, será ocupado por balaustres, al igual que en el proyecto original, que esta vez respetará correctamente el número de las piezas pero no sus proporciones.
En metáfora odontológica podríamos decir que al reconstruirse erróneamente las muelas, que ya no coincidían con las encías, el espacio para los dientes era mayor que la cantidad de piezas dentales produciéndose una mayor luz entre ellos. 

Archivo P. Grigera.
 


Hay que recordar también el bello juego de pliegues de las molduras originales del edificio, sus entrantes y salientes que le daban gracia a su diseño y que eran repetidos también en sus balcones como herederos de aquella arquitectura. Estos, seguían las líneas de sus columnas y pasamanos los cuales en su actual reconstrucción han sido simplificados, más acorde a las arquitecturas clasicistas de entrado el siglo XX, y en donde las influencias de los movimientos de vanguardia se empezaban a manifestar con timidez.
En metáfora facial podríamos decir que las líneas labiales, a partir de estas operaciones, han sido completamente rigidizadas en su expresión. 


Archivo P. Grigera
 


4.- Su estructura portante, materializada con una losa de hormigón cuyos hierros se insertan en una capa de compresión de 5 o 6 cm de espesor, es más que discutible ante las cargas puntuales de sus extremos y las sobrecargas propias de todo balcón.
En metáfora ósea se podría argüir que ese maxilar inferior, que soporta las “piezas dentarias” (balaustres, columnas y pasamanos)  carecería de capacidad para resistir los movimientos de los “músculos masticadores” (peso propio, sobrecargas, ¿personas?)

Al día de hoy las obras nuevamente han sido clausuradas lo que representa, al no ser cumplimentadas las tareas que motivaron la anterior, la clausura de la clausura.
¿Se hará alguna pericia estructural en las losas y balcones del edificio? 
¿Qué seguridad pueden brindar esos balcones que carecen de aprobación municipal y fueron materializados estando la obra clausurada?
¿Por qué se siguen avalando obras que carecen del más mínimo estudio previo que justifiquen su realización cometiendo errores estéticos burdos con el justificativo de que las obras serán parecidas al original?
¿Habrá nuevas multas para sus responsables tal cual establecen las leyes vigentes?

Esperemos que esa mueca recatada reflejada en los balcones de aquel bello edificio, que luego mutó a muro de ciega  tristeza, no convierta hoy  su cuestionada actualidad en una carcajada burlona.
¡Un ortodoncista para los balcones por favor!