Vista 1945

Vista 1945
Hotel Boulevard Atlántico. Mar del Sud. Año 1945. Archivo Pablo Grigera

jueves, 1 de mayo de 2014

¿Quién le pone el zapato a la cenicienta de Mar del Sud?

La Cenicienta es un cuento infantil que con diversas variantes ha sido relatado por diversas culturas a través del tiempo. Egipcios, Romanos, Chinos y Persas han tenido sus propias versiones llegando  así a las adaptaciones del los hermanos Grimm en el siglo XIX y a la de Perrault, de fines del siglo XVII, que son las que nosotros reconocemos como más cercanas, en especial la de Perrault.
Al igual que en el cuento han sido varios los intentos de ponerle el zapato a la Cenicienta de Mar del Sud, así como ha sido progresivo el maltrato hacia ella hecha por su propia madrastra y que en este caso, a diferencia del cuento, ha variado su género por el de “padrastro”, obligando a la propia Cenicienta a usar ropas sucias y viejas.
Muchas veces se ha intentado casar al príncipe con la Cenicienta: recordemos los casos del sorprendente proyecto del arquitecto Juan Carlos Gamba Schwarzback, hermano del “poseedor” del bien, que pretendía envolver el frente del edificio con viviendas de dos plantas ocultando así la fachada principal del mismo y que hasta llegó a tener un visado del Municipio en el año 1992.

Archivo Pablo Grigera.

Ni que hablar del fantasioso proyecto del Grupo Marum cuya escala y nulas intenciones de preservar el Patrimonio arquitectónico y natural del hotel, determinaron, entre otras causas, la caída del proyecto con el penoso resultado de la demolición del contrafrente del edificio y la venta de sus partes integrantes ante la mirada estupefacta del Municipio.

www.blvdatlantico.com.ar

Finalmente, la frustrada intervención de la fiscalía de estado de la Provincia de Buenos Aires, que no ha aceptado la herencia vacante del edificio, dando vía libre a propuestas privadas que ni siquiera han presentado un proyecto de intervención global del edificio centrándose solamente en la fachada del mismo, y que carece de cartel de obra en el que se haga mención al permiso de la obra o al responsable de la misma.

Archivo Pablo Grigera


Hasta ahora el hada no ha podido convertir esas ropas sucias en un vestido brillante, ni a sus viejos zapatos en uno de cristal ya que ni siquiera ha logrado el más mínimo hechizo.
Queda claro que no basta con ponerle un zapato a la cenicienta de Mar del Sud, hay que vestirla, peinarla, arreglarla como a una princesa, para que así su príncipe azul pueda encontrar a quien tanto lo deslumbró. Sería bueno que el príncipe pueda ser orientado en la búsqueda de la Cenicienta, que cuente con el control de las autoridades y con el asesoramiento de una persona o institución idónea en la Preservación del Patrimonio. Mientras tanto, seguiremos empeñados en ponerle un zapato a la Cenicienta de Mar del Sud cuando ni siquiera podemos saber ni que talla tiene su pie. Esperemos, finalmente, que todos podamos participar de la futura fiesta de bodas, que será también, nuestra propia celebración.


Agradecimiento especial a Gloria Williams de Padilla.








4 comentarios:

  1. Hola Pablo, coincido totalmente con tus observaciones. Es curioso que a la desgracia eterna que esta condenado este hotel desde su construcción salvandose solo por unos cortos períodos, aparecen ahora los Hnos. Michenzzi que restauran su piel y cubierta haciendose cargo de la inversión. Los trabajos se están realizando con bastante conciencia y en rigor son los únicos capitalizables que se hicieron a lo largo de toda la historia del edificio. Yo me conformaría con que terminen de restaurar las 3 fachadas del volumen ppal. el muro perimetral y el techo. El interior será otro capítulo para otra etapa pero al menos podremos apreciar la belleza de su exterior.

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  2. Estimado Pablo: Realmente estoy preocupado por las obras en curso. No hay estudios previos que justifiquen las mismas, ni ensayos en laboratorio que permitan comprender la composición de revoques, sustrato, cromaticidad,etc. No hay un proyecto de intervención,ni diagnóstico de valoración de la fachada y menos del edificio, ni planos donde se manifiesten las patologías de la misma. Así perdemos la enorme posibilidad de hacer un trabajo profesional, de dejar registro de lo que hubo y de lo que se está haciendo. No podemos cometer los enormes errores de ni siquiera basar la intervención en la documentación gráfica existente. Pablo, no hay dirección de las tareas, Michenzi es un gran artesano pero no un especialista en el sentido global del término, Hay que conocer de historia de la arquitectura, de materiales, de las cartas internacionales que regulan la actividad para no cometer errores que como sabrás son irreversibles. Desgraciadamente no hay control municipal, ni permiso de obra, ni cartel donde se exprese quienes son los responsables de la obra, su matrícula profesional y demás datos que hace tiempo deberían estar. Todos queremos ver al edificio de nuevo en pié, pero a que costo, el que dejó el Grupo Marum con medio edifico demolido. Estoy preocupado Saludos cordiales.

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  3. Pablo, no se puede hacer nada? denunciarlo en los medios? intentar hablar con el intendente, con el gobernador? realmente me provoca una gran tristeza lo que pasa y viendo tus conocimientos sería bueno exponerlo en algún foro en el que una persona con tu conocimiento histórico y técnico plantee bien el tema. Ojalá se pudiera hacer algo.

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  4. Muchas gracias por tus inquietudes. Al día de hoy las obras siguen su curso. He hecho las denuncias correspondientes pero desgraciadamente se ha preferido seguir las obras , ya que son las únicas que se han realizado en los últimos treinta años, no importando quien ni como. Lo importante según estos criterios es hacer,, lo demás es secundario no importando si tiene un balcón más o menos, un balustro más o menos. Sigo luchando igual ya que si no estaría dando la espalda a todos aquellos que con sus enseñanzas me han formado. Un saludo.

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