Este trabajo , que obtuvo una Mención en el Concurso de Investigación Histórica del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires en el año 2000, es publicado por primera vez en su totalidad.
A partir de esta primera entrada en el blog, inicio la publicación de escritos que espero contribuyan al conocimiento de la historia y arquitectura de Mar del Sud.
Pablo Grigera, arquitecto
“...La ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en los ángulos de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, surcado a su vez cada segmento por raspaduras, muescas, incisiones, cañonazos.”
A partir de esta primera entrada en el blog, inicio la publicación de escritos que espero contribuyan al conocimiento de la historia y arquitectura de Mar del Sud.
Pablo Grigera, arquitecto
“...La ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en los ángulos de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, surcado a su vez cada segmento por raspaduras, muescas, incisiones, cañonazos.”
Italo
Calvino, Las ciudades invisibles. Las ciudades y la memoria 3.
INTRODUCCIÓN.
En las
últimas décadas del siglo XIX surgirán al sur de Mar del Plata , tres
emprendimientos urbanísticos que desarrollados prácticamente al mismo tiempo
correrán suertes distintas, dadas las diferentes circunstancias en que se
produjo su fundación.
El
surgimiento de Miramar en 1887, Mar del Sud a principios de 1889 y Boulevard
Atlántico a mediados de 1889 como centros balnearios, marcarán los primeros
intentos de desarrollo entre Mar del Plata y Necochea, así como intentarán
proponer alternativas diferentes al desarrollo y cambios de hábitos que comenzaba a generar Mar del Plata.
Este
trabajo propone echar un poco más de luz sobre el surgimiento de Mar del Sud y
Boulevar Atlántico y del desarrollo de este último (hoy denominado como Mar del
Sud ) a partir de la construcción de un gran hotel, el Boulevard Atlántico
Hotel, uno de los últimos exponentes en pie de la hotelería surgida en los
centros de veraneo de fines del siglo XIX.
MAR DEL SUD, un gran negocio a orillas del mar
En enero de 1889 un
pequeño aviso publicado en el diario La Nación mencionaba la formación de una
sociedad anónima que se proponía “ fundar un pueblo balneario en las
proximidades de Necochea, a diez o más leguas al sud de Mar del Plata”1
Desde principios de 1887 habían comenzado los intentos
por desarrollar el área de terreno al sur de Mar del Plata. Fortunato de la
Plaza, propietario de un establecimiento de campo al sur del arroyo el Durazno
sería el mentor juntamente con su cuñado José María Dupuy de la fundación de un
poblado balneario al que llamarían Mira-Mar. Para ello habían interesado al
ingeniero Rómulo Otamendi, quien se encargaría de las tramitaciones y planos
para cuyo trazado recibió la ayuda del agrimensor J.Eugenio Moy.
El ingeniero Rómulo Otamendi, estaba emparentado
directamente con el propietario de una gran
extensión de terreno al sur de Miramar, por lo que no era extraño pensar
que quisiese generar a partir de su experiencia en Miramar su propio negocio
con la urbanización de algunos de esos terrenos.
En mayo de 1888 adquiere en condominio y por la suma
de 25.045$ moneda nacional a su primo Fernando Julián Otamendi, una fracción de
terreno de más de 565 hectáreas al noroeste del arroyo La Carolina,
correspondiendo a Rómulo Otamendi un 40% del terreno y el porcentaje restante a
sus socios Julio Goyena, Juan Bautista Otamendi y al Dr Rafael Herrera Vegas,
todos con un 20% cada uno de la propiedad.2
Es interesante observar las relaciones de parentesco
entre los principales actores de esta historia, ya que Rómulo Otamendi, además
de primo de Fernando, estaba vinculado familiarmente con José M. Dupuy.
Esto reafirma el concepto del surgimiento de estos
pueblos como empresas ligadas a intereses familiares. 3
Se
encomienda entonces el trazado del poblado al agrimensor J.Eugenio Moy quien ya había intervenido como
habíamos mencionado en el trazado de Miramar.
“El trazado de Moy es una gran cuadrícula orientada a
medio rumbo, con manzanas de 100 por 100 varas, separadas por calles de 20, con
una plaza central de cuatro manzanas. En la plaza se cruzan dos avenidas de 40
varas y dos diagonales de 30. Cuatro plazas secundarias interrumpen las
diagonales a cuatro cuadras de la plaza central; las diagonales continúan luego
su trayecto hasta los límites del éjido...”4.
(Fig 1)
Fig 1.
Copia del Plano de Mar del Sud ejecutado por el agrimensor J.Eugenio
Moy.
La influencia del trazado de La Plata es evidente
tanto en el plano de Moy para Mar del
Sud como en el de Otamendi para Miramar, que también tiene como base un damero
cuadricular , con manzanas de 100 por 100 varas cada uno y separadas por calles de 20 varas. Para la
plaza principal de Miramar Otamendi al igual que Moy había proyectado un
espacio ocupado por 4 manzanas cruzadas también por diagonales de 30 varas y
dos avenidas de 40. (Fig2)
Fig2.
Plano de Miramar. Casco Urbano según proyectodel ing
Rómulo Otamendi.1888
El Litoral Sudeste Bonaerense. Los antiguos pagos de
la Mar Chiquita y la Lobería Grande,su evolución urbana.1838-1950.Raúl Arnaldo
Crespo
El 3 de enero de 1889 aparece en el diario La Prensa
un artículo bajo la denominación de “Inauguración de un pueblo” en el que se
expresaba que “el domingo 5 de enero tendrá lugar la colocación de la piedra
fundamental del nuevo pueblo Mar del Sud en el Partido Pueyrredón”.
Es a partir de esa fecha que comienzan los diarios de
la época a publicar los avisos de la casa de remates Adolfo Bullrich y Cía de la venta de “400 manzanas
de terreno divididas en 10 lotes de 20 x 50 varas a 20 ps m/n el lote”.5.
El negocio de la venta de tierras fue durante estas
décadas el mejor negocio posible para cualquier inversor, ya que se compraban
grandes extensiones de tierra, se subdividían y vendían en grandes remates
publicitados en los principales diarios. Las ganancias eran fabulosas, dada la
facilidad de pago y los bajos precios a lo que se ofrecían los terrenos a los
cuales se accedía con solo un 5% del valor al firmar el boleto. Por supuesto
que esto no eximía del hecho que en muchos de los casos hayan sido grandes
estafas. (Fig 3)
Fig 3.
Una venta de tierras en Buenos Aires 1886.Dibujo de Alfred Paris
Otra pauta del gran beneficio que generaban las
tierras eran todos los negocios que se generaban a partir de estas. En 1889 se
conformaría la Constructora Miramar con el objeto de hacer operaciones
inmobiliarias y construcciones al sur de
la Provincia de Buenos Aires y en especial en el pueblo de Miramar. A modo de
ejemplo vale mencionar que en el directorio figuraban como tesorero Fortunato
de la Plaza y como vocal J. Eugenio Moy.
Un rápido cálculo nos permite observar que de la venta
de lotes y manzanas la sociedad anónima obtendría un rédito más que importante,
triplicando y cuadruplicando su inversión.
Recordemos que por la compra del terreno Rómulo
Otamendi y sus socios habían invertido aproximadamente 25.000$ moneda nacional
y según los diarios de la época luego del segundo remate de tierras se habían
recaudado más de 100.000$ moneda nacional por la venta de lotes y manzanas.
El amanzanamiento propuesto para Mar del Sud estaba conformado originariamente por dos
tipos de manzanas, las ortogonales divididas
como hemos mencionado en lotes de 20 x 50 varas (750m2) y las linderas con diagonales,
divididas en 4 lotes de entre 700 y
950m2.
Los más cercanos al mar estaban orientados con su
frente menor hacia el sudeste a excepción de las linderas con el Boulevard Mar del Sur, la principal arteria
del pueblo, que se orientan con sus frentes hacia noreste y sudoeste
respectivamente.
En el resto del poblado se intercalaban manzanas con
lotes orientados hacia el mar y perpendiculares a este.
Para que el emprendimiento balneario funcionase la
sociedad anónima había resuelto construir un gran hotel, y se planeaba que el
hotel estuviese terminado “para la próxima estación balnearia, con lo que los
bañistas tendrán un nuevo punto por que optar cuando resuelvan sus excursiones
veraniegas”.6
El otro elemento
necesario para el éxito del emprendimiento era la llegada del
ferrocarril.
“la sociedad está en vías de arreglo con la empresa
del ferrocarril del Sud para la construcción de un ramal hasta el paraje
indicado”7
En 1889 la empresa “Fortunato de la Plaza y Cía” cuyo
titular era el fundador del pueblo de Miramar, solicitó al gobierno provincial
una concesión para construir y explotar una línea de Ferrocarril desde Mar del
Plata, pasando por el pueblo denominado
Cabo Corrientes, situado en Punta Mogotes, y llegando a Miramar. El proyecto no
prosperó, pues aunque fue aprobado el 16 de octubre de ese año por la Cámara de
Diputados, fracasó en el Senado por falta de apoyo”.8
Es probable que los intentos de la sociedad anónima
por hacer llegar el ferrocarril a Mar del Sud se refieran a esta línea o a la
prolongación de la línea propuesta por Adolfo Luro y Cía para unir Mar del
Plata con Quequén. Lo cierto es que recién en 1911 se inaugurará la línea Mar del Plata- Miramar
del Ferrocarril Sur 9, mientras que, pese a otros
nuevos intentos realizados, la línea férrea nunca llegaría a Mar del Sud siendo
este uno de los grandes causales del fracaso de este emprendimiento.
Si nos guiamos por los avisos publicados por los
diarios, la primer venta de terrenos fue un completo éxito , ya que en el
primer y segundo remate se ubicaron trescientas de las cuatrocientas manzanas
que salieron a la venta, privilegiándose las que daban sobre el arroyo La
Carolina y sobre el mar. 10 Quizás
la necesidad de dar un viso de éxito al emprendimiento haya magnificado el
número de terrenos vendidos, pero lo cierto es que muchas personas llegaron a
interesarse por adquirir estos
“magníficos terrenos”. Los valores de venta inclusive fueron bastante
promisorios, ya que por la venta de una manzana se llegaría a pagar hasta 2000$
moneda nacional.
Un año más tarde los diarios publicitaban las bondades
del hotel de Mar del Sud, ya que ofrecía a los veraneantes carritos de baño y
su espléndida playa tal cual “pueden
atestiguarlo las familias de Don Eliseo Acosta, Juan Bautista Otamendi, Don
Juan Spraggon y otras muchas...” 11
Muy pocos datos nos quedan de este primer hotel,
algunas versiones hablan de un incendio, otras de la acción de las dunas, lo
cierto es que hacia 1922 el hotel ya estaba destruido. 12
Algunas fotografías antiguas nos muestran un edificio
desarrollado en una planta y cubierto por la arena, al que se considera como
el viejo hotel de Mar del Sud.13.(Fig
4)
Fig 4.
Foto del antiguo Hotel de Mar del Sud. Archivo Valeria
Schweitzer de Arzac.
Por lo que se puede observar no debió sobrepasar las
15 habitaciones y la distribución de su
planta permitía generar un patio interior por el que se accedía a las habitaciones.( Fig 5.)
Fig 5.
Foto del antiguo Hotel de Mar del Sud. Archivo Valeria
Schweitzer de Arzac.
En la actualidad ya no hay rastros del hotel y sólo
aproximaciones nos permiten ubicar su emplazamiento, “ restos del mismo hacia
1935 se podían observar detrás del Hotel
Boulevard Atlántico, a unas cuadras más allá del arroyo La Carolina, entre un
médano.”14
La crisis de 1890 derrumbará las expectativas de la
sociedad anónima de proseguir con la venta de terrenos y del desarrollo del
lugar. La necesidad de vender terrenos motivará una mayor subdivisión de estos
que a fines de 1890 se venden en lotes de 10 por 40 varas y 10 por 50 varas al
precio de 10$ m/n cada lote.
Si analizamos el plano de Moy con lo existente en la
actualidad, podríamos decir que este primer emprendimiento fue un gran fracaso
, ya que este sector de Mar del Sud al norte del arroyo La Carolina ,no está
urbanizado a excepción de los lotes linderos al arroyo La Carolina y de algunos
cercanos a la playa.
Lo que hoy conocemos como Mar del Sud recién comenzará
a desarrollarse a partir del surgimiento
en 1890 de un nuevo emprendimiento urbanístico realizado por el Banco
Constructor de La Plata y que tendrá como elemento principal un gran hotel, el Boulevard
Atlántico Hotel.
El sueño de avenidas, diagonales y plazas hoy es sólo
una utopía cubierta de dunas y rala vegetación.
BOULEVARD ATLÁNTICO,
el sueño de un gran balneario.
En agosto de 1889, el Banco Constructor de La Plata
escrituraba un terreno, adquirido también al Sr Fernando J. Otamendi, pero en
este caso al sur del arroyo la Carolina. Este constaba de 9 millones de varas
cuadradas y el banco había pagado por el la suma de 120.000$ moneda nacional.
Las tierras eran vendidas asimismo con un plano de
subdivisión, realizado por J. Eugenio Moy, el mismo agrimensor que como habíamos
visto había intervenido en el trazado de Mar del Sud y en el de Miramar (en
este último caso recordemos con el ingeniero Rómulo Otamendi). Este plano dividía el terreno en 254 manzanas, 40 quintas y 245
chacras en un paraje al que
denominaron Boulevard Atlántico.15. (Fig 6.)
Fig 6.
Copia del Plano de Boulevard Atlántico de J.Eugenio
Moy realizado por el ing Pedro Gasco en 1929.
El amanzanamiento propuesto originariamente por Moy
para Boulevard Atlántico dividía la manzana en 10 lotes de 1000 varas
cuadradas, pero posteriormente algunas se fraccionarían aún más obteniéndose de
la subdivisión 20 lotes de 400 varas cuadradas y 4 de 500.
Fernando J.Otamendi se comprometía asimismo a entregar
el terreno amojonado y ya había vendido parte de esas tierras, con el
consentimiento del banco, a particulares.
Asimismo se había fijado fecha de remate de las
tierras, a realizarse por la misma firma de martilleros que había intervenido
en el caso de Mar del Sud.
Es interesante observar el precio de venta de las
tierras comparado con el del emprendimiento anterior, lo cual habla de un
incremento en la valorización de estas tierras, quizás dado el éxito inicial
del de Mar del Sud.
La compra de estos terrenos al sur del arroyo La
Carolina, tenía como objetivo el fundar un centro balneario que pudiese servir
de alternativa a Mar del Plata pero para ello la llegada del ferrocarril, al
igual que en el caso de Mar del Sur, era imprescindible.
Se renuevan los esfuerzos por dotar a Boulevard
Atlántico de una línea férrea que pudiese llegar a sus costas, siendo
infructuosos estos intentos, incluso hasta el día de hoy.
El que el Banco Constructor haya comprado las tierras no es nada extraño ya
que el éxito de sus negocios radicaba en la compra y venta de tierras, lo
extraño de todo el caso es que estas tierras fuesen vecinas y competidoras a
las del emprendimiento de Mar del Sud, que ya había comenzado a lotearse y que
de acuerdo a los avisos publicados en los diarios, era todo un éxito.16
El Banco Constructor de La Plata era una sociedad
anónima constituida en la Capital, cuyas operaciones habían comenzado el 1 de
enero de 1884.
Su objeto era la “edificación, locación, compra y
venta e hipoteca de propiedades, dar dinero a préstamo con garantías reales a
los agricultores e industriales de los municipios de La Plata, Buenos Aires y
pueblos limítrofes o cualquier punto de la República Argentina y efectuar toda
clase de operaciones bancarias”.17
La entidad había iniciado sus actividades con un
capital de 30.000 pesos moneda nacional,
siendo de 200.000 pesos el capital social. La sociedad estaba organizada bajo
la base de 6 socios fundadores con 5.000 pesos m/n cada uno. Poco después
desertarían 3 de ellos quedando la sociedad con 18.000 m/n , único y verdadero
capital con que empezó a operar el banco.18
La importancia del banco fue tal que llegaría a ser en
1888 el tercer establecimiento bancario de toda la República.
La sociedad estaba administrada por un consejo de
administración nombrado de entre sus accionistas por una asamblea. Este primer
consejo estaba formado por Carlos Mauricio Schweitzer, Guillermo Cranwell,
Nicolás Mihanovich, Fortunato Cichero, Eduardo Obregón y Benjamín del Castillo
y entre sus accionistas principales figuraban el ingeniero-arquitecto Juan A.
Buschiazzo y Adolfo Buttner, quién proyectó la sede del banco en la esquina de
la diagonal 77 y las calles 45 y 6 de La Plata.
La propuesta de desarrollar toda esta área quizás haya
sido una de las últimas grandes inversiones del Banco, dado que hacia 1890 sus problemas económicos habían
generado ya el cierre de sucursales y habían surgido proyectos para seguir
disminuyendo el capital social del Banco.
A partir de la compra de los terrenos la idea del
banco era construir un gran hotel, que fuese capaz de atraer a los veraneantes
y que pudiese pasar por alto el hecho de la no llegada del ferrocarril a sus
costas. Serviría asimismo como hito fundacional, a partir del cual se desarrollaría
el poblado.
Para ello tendría que competir con el lujo del Gran
Hotel Argentino y del Bristol Hotel de Mar del Plata, que eran el punto de
encuentro de la clase pudiente de Buenos Aires durante los meses de verano, pero este tipo de
desafíos no eran obstáculo para los impulsores del proyecto que como hemos
visto habían colocado al banco entre los más importantes del país.
En 1890 la Compañía Argentina del Riachuelo compra al
Banco Constructor los terrenos de Boulevard Atlántico con el hotel en
construcción.19. Esta compañía,
suscripta como sociedad anónima en 1890 , había nacido con el objeto de
desarrollar la venta de tierras en el área del Riachuelo, para luego extender
sus operaciones a la compra y venta de terrenos en la capital.
Por su directorio pasarían Carlos M. Schweitzer, Fernando Schweitzer y
Fortunato Cichero entre otros, pudiendo conjeturarse que era una empresa ligada
intimamente a los intereses del Banco Constructor.
Esta venta esconde el hecho que el Banco Constructor
de La Plata y en especial su director Carlos M. Schweitzer, se hallaba en una
situación muy comprometida por la venta a plazos de oro que el banco no
lograría cubrir, teniendo que salir el gobierno nacional a cubrir ese déficit.
Esto motivará la separación del Sr Schweitzer del directorio del banco, al
pedir este una licencia en la gerencia del establecimiento.
Un vez escriturados los terrenos de Boulevar Atlántico
se inicia el remate de las tierras por cuenta y orden de la Cía Argentina del
Riachuelo interviniendo Eduardo Ripamonti & Cía como martillero, firma muy
vinculada con el Banco Constructor a través de su historia.
E. Ripamonti & Cía.
Grandioso remate.
70 manzanas de tierras en el Boulevard Atlántico(Mar del
Sud) por orden y cuenta de la Cía Argentina del Riachuelo y por acciones a la
par.
El jueves 2 de octubre a las 1.30 de la tarde en nuestra
casa San Martín 132.
Estas espléndidas manzanas forman parte de la sección 5º
y dan todas sobre la playa, la única en toda la costa sud que no ofrece peligro
para los bañistas. El rival de Mar del Plata. Terrenos altos, entre los arroyos
de la Carolina y Tigre. Como aire puro y clima saludable no hay mejor.
El espléndido hotel con 150 lujosas piezas ya está
concluido desde mucho tiempo y pasan de setenta los pedidos de personas
deseosas de veranear en tan pintoresco parage. Ya está proyectado un
ferrocarril que en poco tiempo llevará a la concurrencia desde la Capital
Federal a la nueva estación balnearia.
La venta se hará por manzanas, medias y cuarto de
manzana.
Sin base y por la cantidad de acciones que quieran
ofrecer.
Recomendamos encarecidamente la compra de estos
espléndidos terrenos, pues es el mas lucroso negocio que se pueda realizar hoy
día, tanto mas que las acciones de la Cía Argentina del Riachuelo son sumamente
baratas.
El objeto de la sociedad ofreciendo en remate estos
terrenos es el de cumplir con lo resuelto por la asamblea, que mandó reducir el
capital a fin de valorizar las acciones.
Todo comprador está obligado a depositar una seña del
20% en acciones o su equivalente en dinero.
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de remate.
Por datos, planos e informes a los martilleros, calle
San Martín 132 escritorios 26 y 28.20
En los primeros días de enero de 1891 aparecen en el
diario La Prensa una serie de avisos alquilando “ un hotel recién construido, en el Boulevar Atlántico, a 4 horas de
Mar del Plata con 70 habitaciones”21 al cual se llegaba por diligencia luego
de llegar por tren a Mar del Plata.
Nótese la diferencia en el número de habitaciones que
mencionan uno y otro aviso con diferencias de pocos meses entre la publicación
de uno y otro.
Quizás el deseo de desprenderse del hotel haya
magnificado el estado y el número de habitaciones de este que publicaban los
diarios, ya que según Carlos Schweitzer, nieto del fundador del banco y enviado
en 1891 a fiscalizar las obras, se encontraba aún en construcción. Inclusive
mencionaba la carencia de población en el lugar, ni ninguna subdivisión en las
tierras.22
Al no poder alquilar el hotel la Cía Argentina del
Riachuelo decide vender por licitación pública “ un hotel con 92 piezas edificado en cal y todo concluído con una
extensión de terreno de 100.80 varas cuadradas que forma la manzana cita en el
Boulevar Atlántico frente al océano, con una playa espléndida, base de la
tasación 100.000 pesos m/n en acciones de la Cía a la par”23 Asimismo la Cía se decide a vender
5.118.120 v/c (varas cuadradas) en Boulevar Atlántico a 20 centavos v/c.
Firmaba el artículo el ahora presidente de la Cía Argentina del Riachuelo,
Carlos M. Schweitzer.
La importancia que para Carlos M.Schweitzer tenía el
desarrollo de Boulevar Atlántico queda demostrada en el de hecho de invertir
dinero en el lugar pese a las condiciones económicas por las que venía atravesando
el banco. La quiebra de este motivará la necesidad de desprenderse de este
activo, pero no definitivamente ya que la venta, como hemos visto, se realiza a
una compañía íntimamente ligada a su persona y de la cual sería su presidente.
En octubre de 1891 Tomás Mc Dermott (suegro de Carlos M.
Schweitzer), compra a la Cía Argentina del Riachuelo la manzana del hotel junto
con otras propiedades ante el escribano Alberto T. Gutierrez.24
Queda nuevamente expuesto aquí el hecho que la manzana
del hotel y algunos otros terrenos pasaban siempre a manos de familiares y
allegados del Sr Schweitzer.
El suicidio en enero de 1892 de Carlos M. Schweitzer
marcará el fin de los sueños de
esplendor que este tenía para Boulevar Atlántico. El 12 de julio del mismo año
Fernando Schweitzer, hermano del anterior, con un poder otorgado por Tomás Mc
Dermott, venderá ante el mismo escribano la manzana con el hotel por 45.000 pesos a Adolfo Breyer 25 con el que terminará definitivamente la
influencia de la familia del Sr Schweitzer sobre el hotel.
Si recordamos que un año antes la Cía Argentina del
Riachuelo pedía por el hotel como base de tasación la suma de 100.000 pesos, el
precio al que fue vendido no sólo demuestra la necesidad de desprenderse del
bien sino también lo complicado de vender un edificio con las características del Boulevard Atlántico
Hotel.
¿MAR DEL SUD O BOULEVAR ATLÁNTICO?
El
tema de la denominación de este poblado es bastante curioso. Hemos visto como
en 1889 se funda Mar del Sud al norte del arroyo La Carolina, y en 1889
Boulevard Atlántico, al sur de este arroyo. Pese a eso y a que no han
sido reconocidos como poblados hasta bien entrado el siglo XX, hoy se denomina
como Mar del Sud al conjunto de los dos
poblados, divididos en dos circunscripciones, la V para Mar del Sud y la VI
para Boulevard Atlántico.
Ya
en 1900, el Intendente de Miramar, Luis J. Dupuy pedía informes al Ministerio
de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires para determinar los
antecedentes de la fundación de uno y otro poblado, que al ser anteriores a la
ley 3487 carecían de aprobación oficial pese a que las ventas de los terrenos
estaban inscriptos en el registro de propiedad.26
Antes
de la promulgación de esta ley los planos eran realizados por ingenieros y
agrimensores conforme a las reglas del arte, pero a partir de 1910, con la
promulgación de un decreto, reglamentado el 26 de octubre de 1927, se
dispondrían los requisitos necesarios para la fundación de nuevos centros de
población.
Aparentemente
ni Rómulo Otamendi, ni el Banco Constructor
realizaron tramite alguno para declarar como pueblos sus
emprendimientos, pese a la publicitada venta de lotes y declaratoria de
fundación en Mar del Sud y a la construcción de un hotel en Boulevar Atlántico.
Es
interesante observar la importancia que se le da al hecho de declaratoria de
poblado, ya que en el caso de Miramar Fortunato de la Plaza en un telegrama
enviado a su cuñado José M. Dupuy le pedía que “ aclare bien todo para que
no vayamos a tener alguna dificultad en la venta de terrenos sin estar
declarado pueblo”27
Es
decir que las reglamentaciones vigentes en la época impedían vender terrenos
sin la aprobación de planos de nuevos poblados, pese a lo cual, dichas
prácticas, fueron como hemos visto, algo habituales en el caso de Mar del Sud y
Boulevar Atlántico.
DESDE EL AÑO 20
HASTA NUESTROS DIAS
A
partir de 1892 el hotel cambiará sucesivamente de manos, pudiendo conjeturarse
en este hecho y dadas las distintas compras producidas en subastas judiciales,
que los problemas legales con respecto al dominio del hotel, debieron ser
infinitos.
No
contándose aún con datos fidedignos acerca de sus actividades durante los
primeros años del siglo XX, algunas versiones mencionan su abandono hasta la
década del 20, otras su intento de funcionamiento como hospital, lo cierto es
que hacia 1920 el hotel estaba construido en su totalidad y en funcionamiento.
(Fig 7)
Fig
7.
Fotomontaje
del Hotel Boulevard Atlántico.
Archivo
Valeria Schweitzer de Arzac.
Será
recién a mediados de la década del 30 que el hotel comenzará a publicitar sus
servicios en los principales diarios de
Buenos Aires.
Atlantic Hotel Mar del Sud (Miramar), Comenzó
su temporada veraniega, completamente restaurado. Atendido por su dueño, ex
gerente del Hotel Frascati. Informes Bartolomé Mitre 544 UT: 33-7372.28
Es
interesante mencionar que por estas épocas comenzarán a construirse también los
primeros “chalets” y muchos de sus propietarios y constructores habían llegado
al lugar gracias a las bondades que propagaban de Mar del Sud los directivos
del Ferrocarril Sud. No es extraño entonces inferir que por estos años se
realizará un nuevo intento por hacer llegar el ferrocarril a Mar del Sud a
partir del ramal que uniría Miramar con Pieres, que “atravesará una zona muy
rica con tierras superiores para cualquier clase de cultivo incluyendo la
batata. Pasará por el balneario Mar del Sud” 29
Otro
hecho destacable de esta época es la mención del hotel “completamente
restaurado”. Si aceptamos que durante años pasó de una mano a otra, con
problemas legales en cuanto a su propiedad o quizás abandonado, las inversiones
debieron ser nulas. Adecuar un hotel de 1890 a medio terminar a las necesidades de confort de los 30, y
compitiendo con Miramar y Mar del Plata, debió ser una tarea importante pero
necesaria de realizar.
Es
quizás en esta época que se construye el gran tanque de agua de hormigón
armado, que apoya sobre uno de los muros
del edificio, y seguramente también la usina eléctrica que dotaba de energía
durante algunas horas al hotel.
A
fines de esta década se produce una
nueva venta de la propiedad, el ingeniero Pedro Gasco compra en 1937 un tercio
de ella y Oscar, Osvaldo y Olga Mon
compran en 1940 otro tercio de la propiedad, quienes conjuntamente con Pablo
Arena, que retenía un cuarto de esta
desde 1918, mantendrán a diferencia de los anteriores la propiedad por
más de 40 años.
Si
bien nunca fue un hotel de lujo, era cómodo y su atención y cocina eran de muy
buena calidad. El hotel para estas épocas ofrecía a sus veraneantes “una
playa sin igual, comida de primer órden, quinta propia, sulkys, bolantas,
caballos vida hogareña,tranquilidad...”30
y
trataba de recalcar sus diferencias con Mar del Plata mencionando que “sin compromisos sociales disfrutarán del
verdadero descanso tan necesario después de un año de intensa labor”31
En
1946 Rufino de Elizalde y Cía realizarán un nuevo loteo del poblado vendiendo
“500 espléndidos lotes con una base de 0.30 $ por metro cuadrado”. Un dato
curioso es que el plano de este loteo estaba basado en el plano original del
agrimensor J.E Moy, redibujado por el ingeniero Gasco en 1929,quien recordamos
sería a partir de 1937 uno de los
propietarios del hotel y creemos también vinculado a este loteo.
Es
quizás a partir de esta época que comenzará la mejor etapa del hotel,
funcionando a pleno y con una clientela que aumentaba cada verano.
Mar del Sud en los años siguientes se convertirá en un
lugar de veraneo casi exclusivo, surgirán en los 50’ la capilla, la cooperativa
eléctrica, la sala de primeros auxilios y se iniciarán las tratativas para
llegar con el asfalto desde Miramar, que se producirá recién en 1987.
El hotel continuará con su funcionamiento y es a
principios de los 70’ en que muere Agustín Cozar, su administrador y alma mater
desde principios de los 40’. Se produce también un incendio en el sótano que destruye su comedor y es por estos años
que ya su deterioro comenzaba a vislumbrarse.
“ el hotel
Atlantic, convertido en la sombra de su gran relumbrón, es el testimonio de una
época. Esta junto al mar cayéndose de a poco. Desapareciendo lentamente.”32
En
estos últimos años el ocaso del hotel se ha acentuado considerablemente. Nuevos
dueños han tomado el control del edificio,
sucediéndose numerosos inconvenientes que han determinado la clausura
del edificio .Se han intentado distintos caminos para interesar a las
autoridades acerca del estado del edificio, pero los problemas legales,
penales, la falta de dinero y la desidia han contribuido entre otras causas, a
que este edificio continúe deteriorándose cada día más.
Archivo
Pablo Grigera.
EL HOTEL BOULEVAR ATLÁNTICO Y SU ARQUITECTURA.
ALGUNAS CONSIDERACIONES.
Desgraciadamente
no han llegado hasta nosotros, planos originales del edificio ni datos certeros
acerca de su autoría; sólo algunas fotografías y dibujos nos dan una idea de
sus primeros años.
Se
podría conjeturar con la posibilidad que sea atribuido al arquitecto Adolfo
Buttner o al ingeniero arquitecto Juan
Antonio Buschiazzo, ambos ligados íntimamente a la dirección del Banco
Constructor de La Plata, figurando inclusive como accionistas y como arquitecto
e ingeniero del banco respectivamente.
Tanto
Buttner como Buschiazzo habían construido ya edificios para el banco. El
primero la hoy demolida sede del banco en La Plata y Buschiazzo las viviendas
obreras en el Pasaje Juárez Celman que el banco había construido en Barracas en
1887., pero pese a eso ningún dato fehaciente nos ha permitido aún localizar a
su autor
El
Hotel Boulevar Atlántico, visible desde
varios kilómetros a la redonda, sigue siendo aún el referente
histórico-cultural de la zona desde hace más de 100 años y es, como hemos mencionado, uno de los
últimos exponentes de la arquitectura hotelera de fines del siglo XIX.
Este
edificio academicista, con un marcado eje de simetría, ocupa más de 2500m2 de superficie cubierta en
un terreno de 7499m2, ocupando la mitad de la manzana.(Fig 8)
El
estado del edificio es muy malo y el abandono, la falta de manutención y el
paso del tiempo han contribuido en un clima no muy favorable al deterioro total
del edificio.
El
hotel en la actualidad se halla clausurado, dando sus revoques caídos, sus
cubiertas deterioradas y sus carpinterías rotas, una imagen penosa del
edificio.
A
través del tiempo se han producido numerosas modificaciones, pero sin embargo
no han alterado mayormente las líneas principales del edificio. (Fig 9)
Han
sido modificados tabiques, han aparecido entrepisos, así como una serie de
agregados aparecen en los laterales del edificio, que los propietarios alquilan
como viviendas, llamándolos “apparts”. (Fig 10.) Junto con los anteriores, el agregado
culinario de un asador, da una idea del
tipo de construcciones clandestinas, que contrarias a las reglamentaciones
vigentes, han surgido en torno al edificio.
Fig
8. Archivo Pablo Grigera.
Fig
9.
Panta
Baja actual. Archivo Pablo Grigera.
Fig
10. Archivo Pablo Grigera.
El emplazamiento del edificio en el terreno y la elección de los materiales presupone que sus proyectistas tenían un conocimiento nulo sobre el clima y el lugar. Es singular que en muchos casos las mejores habitaciones sean las peor orientadas. El que se construya una verja perimetral de gran longitud entre pilastras de mampostería, fue un despropósito a la que el ámbito marino suponemos ha destruido y obligado a ocultar bajo un muro de mampostería. Finalmente la existencia de una gran mansarda de pizarra, que nos remite a un clima muy diferente al de nuestro litoral marítimo, nos permiten reafirmar la idea de un edificio concebido sin considerar el sitio de emplazamiento, práctica que por otra parte era y es bastante habitual.
Su
planta en peine determina dos patios en torno a los cuales se desarrollan las
habitacio-nes, tanto en planta alta como baja, a las cuales se accede por
intermedio de una galería exterior, ubicándose también sobre ese eje principal
el único núcleo vertical del edificio, materializado en una gran escalera de
madera.
Esta
tipología de planta permitía una
solución proyectual muy empleada en hoteles y viviendas dado que
generaba la conformación de habitaciones
y circulaciones en torno a patios. El anexo del Bristol Hotel de Mar del
Plata, el viejo hotel de Mar del Sud, y el posterior Hotel Chacabuco Mansión de
Adolfo Buttner en Buenos Aires, son
algunos ejemplos de esta tipología, pero cabría preguntarse si esta tipología
no permitiría también en un futuro, continuar con las habitaciones, o en el
mejor de los casos configurar un edificio simétrico al original y que ocupase
el resto de la manzana.
Es
interesante observar los distintos sistemas constructivos existentes en el
edificio. En todo el cuerpo central podemos ver a manera de entrepisos la utilización de forjados de
madera, materializados con vigas de gran longitud y pisos de pinotea.(Fig 11 y
12)
La poca utilización del hierro en este cuerpo
central se reduce a los balcones, dinteles en la galería- balcón principal y en
algunos perfiles de grandes dimensiones.
Fig
11.
Entrepiso
de madera. Vigas de quebracho; soleras y entablonado de pinotea machihembrado
clavado; listones de yesero clavados a vigas. Archivo Pablo Grigera.
Fig
12. Archivo Pablo Grigera.
En el caso de las galerías de acceso a las habitaciones se han utilizado entrepisos realizados con perfiles de hierro y bovedillas de ladrillos, cabiendo preguntarse si ambos sectores no fueron realizados por separado. Quizás un estudio más profundo nos permita develar estas incógnitas.
La
explicación al uso de este tipo de tecnología mixta radica no sólo en que es
recién a partir de la década del 80 que el entrepiso de perfiles normalizados
de hierro reemplazará al de vigas de madera sino también a la dificultad de
transportar grandes cantidades de hierro, que tendrían que llegar a Mar del
Plata por barco o ferrocarril y luego cargados en carretas para así poder ser
llevados a Mar del Sud.
Es posible también observar en las galerías de los
patios columnas de hormigón, que no condicen con la antigüedad del edificio.
Suponemos que las columnas originales del edificio eran de fundición y con el
tiempo fueron reforzadas con hormigón. Aún hoy se observa esa dicotomía en los
encuentros de columnas y perfiles, así como en su desarrollo, se observan los
hierros de la armadura.
Archivo
Pablo Grigera.
La
caja muraria está conformada por mampostería de ladrillos comunes. Las
dimensiones de las piezas, 29x14,5x5cm, son propias de fines del siglo XIX, así
como se han detectado piezas especiales de mayores dimensiones, las que
apoyadas en planchuelas metálicas, permiten conformar el cornisamiento del
edificio.
Si nos referimos a los
distintos tipos de cubiertas, es de mencionar la existencia de dos tipos de
cubiertas en el hotel; la
mansarda, que ocupa todo el cuerpo central del edificio y la cubierta que cubre
las galerías y habitaciones de la planta alta.
En el caso de la mansarda, se
combinan materiales originales de la cubierta como las pizarras de la fachada
principal, con chapas acanaladas de zinc en el contrafrente y chapas lisas
plegadas en los laterales con una estructura conformada por cabriadas de madera
de grandes dimensiones, conformando un gran altillo.
La cubierta de la galería está conformada por vigas de
madera, apoyadas por un lado en perfiles metálicos y por otro mampostería y
alfajías clavadas con dos niveles de ladrillos trabados. Sobre esta estructura
remata el sistema una cubierta de chapas de zinc.
Finalmente creo necesario mencionar que las diferentes
tecnologías, sistemas constructivos y materiales que se observan en el
edificio, son un excelente muestrario de los cambios desarrollados en estos
últimos 100 años y por lo tanto un valor inestimable a tener en cuenta en la
valorización del edificio, que por lo pronto deberá considerar al edificio como
un todo y no como una parcialidad.
“La recuperación de monumentos y zonas monumentales
debe tener muy en cuenta los usos originales, los que históricamente se han ido
incorporando, y siempre que sea posible, tanto para la propia salvaguarda del
inmueble como por las necesidades presentes de la comunidad, debe preferirse el
conservar, mejorándolos y dignificándolos,. Aquellos usos, porque constituyen
un valor cultural e histórico, y porque de no hacerlo así se puede violentar la
vida de la comunidad misma.”33
Archivo
Pablo Grigera.
PALABRAS FINALES
El Hotel Boulevar Atlántico fue declarado Monumento
Histórico Municipal del Partido de Gral Alvarado según la ordenanza 247 del año
1988.
Ha sido propuesto como Monumento Histórico Provincial
pero los requisitos solicitados para su declaratoria implican al día de hoy
tareas difíciles de cumplimentar.
Desgraciadamente no son muchos los hoteles de fines
del siglo XIX y principios del siglo XX que se mantienen aún en pie. Hoteles
como el de Sierra de la Ventana, el Bristol Hotel de Mar del Plata, el Tigre Hotel o tantos otros, testigos de una época de
esplendor , han desaparecido para siempre.
Creo
que toda propuesta de rescate debería considerar en primer término la difusión
y publicidad de las características e historia del edificio, tanto a nivel
municipal ,provincial y nacional con el objeto de difundir y contribuir a la
toma de conciencia de la situación actual de este edificio.
“El patrimonio arquitectónico sobrevivirá sólo si es
apreciado por el público y particularmente por las nuevas generaciones...”34
El material existente sobre el hotel es casi nulo y en
la mayoría de los casos lo publicado
acerca de su historia es erróneo. Inclusive la provincia ha hecho
publicaciones referidos a los distintos partidos, encontrándose en el
correspondiente a General Alvarado, datos bastante alejados a la realidad
histórica del lugar.
Asimismo
es fundamental la toma de conciencia por parte del municipio del valor patrimonial del bien. Desgraciadamente la falta de medios e interés del municipio, así como
la insolvencia y falta de criterios de los propietarios han contribuido día a
día al deterioro del edificio.
Si en su artículo 3º la declaratoria de Monumento
Histórico Municipal prohibía “toda reforma que pudiese afectar su valor
arquitectónico-cultural”, es función del municipio el controlar los
agregados y deterioros que el edificio ha sufrido en los últimos años.
Habría que considerar también el estudio de leyes que
regulen las construcciones vecinas y las visuales del edificio, ya que dada su
monumentalidad es un referente importante en la zona, no sólo desde el punto
de vista arquitectónico sino también desde el punto de vista cultural.
Si bien los problemas legales del edificio son
bastante importantes, toda propuesta que se desarrolle para salvaguardar el
bien deberá considerar no sólo la propiedad privada de este, sino también los
numerosos juicios y embargos que pesan sobre el mismo. Como podemos observar la
tarea no es nada sencilla.
A esta altura cabría preguntarse si ante tanta
destrucción y deterioro vale la pena intentar su rescate. Quizás los sueños de
muchos de los que amamos este edificio nos alejen de todo juicio racional, pero
nada nos impide soñar con que el Hotel Boulevard Atlántico vuelva a recuperar
parte de su perdido esplendor.
Hace
unos años en uno de mis tantos viajes por Mar del Sud recogí la historia de un
poblador que había vivido en Mar del Sud desde 1890.
Había
conocido aquella esperanza grandiosa de crecimiento, su gloria y era el único
testigo viviente de su historia.
Era el símbolo del pueblo, todos lo conocían y
respetaban; siempre estaba a la cabeza de cada celebración.
Muchos
años después enfermó, empezó a decaer lentamente, sin que nadie pudiese detener
tal caída.
Los
médicos buscaban soluciones al su enfermedad, encontrando problemas a cada
paso.
El
desinterés, salvo por unos pocos era tal, que hasta la dirección del hospital
en el que lo habían internado mostraba desidia
y hasta indiferencia por esta
historia viviente del poblado.
Por
supuesto no tenía medios, ni conocimientos y muchos de sus males eran fruto de
tantoa años de penurias y pobreza.
Los
médicos luchaban con todos los medios para intentar salvar su vida. Era una
vida, valía la pena, decían. Eran
concientes de que podía morir, pero nunca con indiferencia, sin lucha.
Hoy
sigue muriendo, ya no hay más celebraciones ni orgullo por el.... y hay todavía
algunos imbéciles que creen que sólo basta una placa
para recordarlo.
Archivo
Pablo Grigera.
NOTAS
1 Diario La Nación,
2 Escritura de venta de Fernando J. Otamendi a Rómulo Otamendi y otros
3 La arquitectura de la playa a fines del siglo XIX. Contribución al
conocimiento de los antiguos hoteles de
Mar del Sud y Bulevar Atlántico(Sudeste de la Provincia de Buenos Aires)
José María Mantobani.
4 El Litoral Sudeste Bonaerense, Los antiguos pagos de Mar Chiquita y la
Lobería Grande, su Evolución
Urbana. 1838-1950. Raúl Arnaldo Gómez Crespo.Archivo y Museo Histórico
de la Provincia de Buenos
Aires “Doctor Arturo Jauretche”, página 52.
5 Diario La Prensa,
6 Diario La Prensa,
7 Diario La Nación,
8 Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos
Aires. Año 1889.
9 Historia del Ferrocarril del
Sud desde el año 18862 hasta la fecha. William Rogind
10 Diario La Prensa,
11 Diario La Prensa,
12 Historia de Mira-Mar, su Iglesia y del Partido de General Alvarado.
Presbítero Don Juan Pascual y
Massanet.
13 Fotografía en poder del Museo Municipal Punta Hermengo, Miramar. Gral
Alvarado
14 Aramendi, Osvaldo J.: “Breves Semblanzas de mi Mar del Sud” (Boulevard
Atlántico)1987. Archivo
personal de Valeria Schweitzer de Arzac.
15 Escritura de venta de Fernando Otamendi al Banco Constructor de La
Plata, archivo personal del Sr
Gustavo Schweitzer.
16 Diario La Prensa,
17 Caso de Quiebra fraudulenta. Banco Constructor de La Plata, dictamen
del Dr C.O.Bunge. 1913
18 Revista El Mosquito, 1 de abril de 1888.
19 Escritura de venta del Banco Constructor a la Cía Argentina del
Riachuelo de terrenos en Boulevard
Atlántico,
20 Diario La Prensa
21 Diario La Prensa,
22 Escrito del Sr Salazar, apoderado de Carlos Schweitzer, por juicio
informativo sobre posesión de tierras en
Boulevar Atlántico. Julio de 1929. Archivo personal del Sr Gustavo
Schweitzer.
23 Diario La Prensa,
24 Escritura de venta de la Cía Argentina del Riachuelo a Tomás Mc
Dermott.
25 Escritura de venta de Tomás Mc Dermott a Adolfo Breyer.
26 Carta del intendente Luis J. Dupuy al Sr Ministro de Obras Públicas,
Adolfo Saldía.Archivo Segundo Acha.
27 La arquitectura de la playa a fines del siglo XIX. Contribución al
conocimiento de los antiguos hoteles de
Mar del Sud y Bulevar Atlántico (Sudeste de la Provincia de Buenos Aires)
José María Mantobani.
28 Diario La Prensa,
29 Historia del Ferrocarril del Sud desde el año 18862 hasta la fecha.
William Rogind
30 Diario La Prensa,
31 Diario La Prensa,
32 Diario Clarín
33 Declaración de Tepotzotlán, 1983.
34 Declaratoria de Ámsterdam 1975.
NOTAS
1 Diario La Nación,
2 Escritura de venta de Fernando J. Otamendi a Rómulo Otamendi y otros
3 La arquitectura de la playa a fines del siglo XIX. Contribución al
conocimiento de los antiguos hoteles de
Mar del Sud y Bulevar Atlántico(Sudeste de la Provincia de Buenos Aires)
José María Mantobani.
4 El Litoral Sudeste Bonaerense, Los antiguos pagos de Mar Chiquita y la
Lobería Grande, su Evolución
Urbana. 1838-1950. Raúl Arnaldo Gómez Crespo.Archivo y Museo Histórico
de la Provincia de Buenos
Aires “Doctor Arturo Jauretche”, página 52.
5 Diario La Prensa,
6 Diario La Prensa,
7 Diario La Nación,
8 Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos
Aires. Año 1889.
9 Historia del Ferrocarril del
Sud desde el año 18862 hasta la fecha. William Rogind
10 Diario La Prensa,
11 Diario La Prensa,
12 Historia de Mira-Mar, su Iglesia y del Partido de General Alvarado.
Presbítero Don Juan Pascual y
Massanet.
13 Fotografía en poder del Museo Municipal Punta Hermengo, Miramar. Gral
Alvarado
14 Aramendi, Osvaldo J.: “Breves Semblanzas de mi Mar del Sud” (Boulevard
Atlántico)1987. Archivo
personal de Valeria Schweitzer de Arzac.
15 Escritura de venta de Fernando Otamendi al Banco Constructor de La
Plata, archivo personal del Sr
Gustavo Schweitzer.
16 Diario La Prensa,
17 Caso de Quiebra fraudulenta. Banco Constructor de La Plata, dictamen
del Dr C.O.Bunge. 1913
18 Revista El Mosquito, 1 de abril de 1888.
19 Escritura de venta del Banco Constructor a la Cía Argentina del
Riachuelo de terrenos en Boulevard
Atlántico,
20 Diario La Prensa
21 Diario La Prensa,
22 Escrito del Sr Salazar, apoderado de Carlos Schweitzer, por juicio
informativo sobre posesión de tierras en
Boulevar Atlántico. Julio de 1929. Archivo personal del Sr Gustavo
Schweitzer.
23 Diario La Prensa,
24 Escritura de venta de la Cía Argentina del Riachuelo a Tomás Mc
Dermott.
25 Escritura de venta de Tomás Mc Dermott a Adolfo Breyer.
26 Carta del intendente Luis J. Dupuy al Sr Ministro de Obras Públicas,
Adolfo Saldía.Archivo Segundo Acha.
27 La arquitectura de la playa a fines del siglo XIX. Contribución al
conocimiento de los antiguos hoteles de
Mar del Sud y Bulevar Atlántico (Sudeste de la Provincia de Buenos Aires)
José María Mantobani.
28 Diario La Prensa,
29 Historia del Ferrocarril del Sud desde el año 18862 hasta la fecha.
William Rogind
30 Diario La Prensa,
31 Diario La Prensa,
32 Diario Clarín
33 Declaración de Tepotzotlán, 1983.
34 Declaratoria de Ámsterdam 1975.
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