En estos últimos tiempos hemos visto el reemplazo
del viejo portón de acceso del hotel por uno nuevo de características
totalmente diferentes. Si bien la documentación gráfica existente es bastante
pobre debido a que las fotografías con
que se cuentan se concentran en la totalidad del edificio y no en detalles
específicos del mismo, como sería el caso del portón de acceso, queda claro que
tanto la reja perimetral del edificio como su portón de acceso no son del
período de construcción del hotel sino posteriores. Esto lo atestiguan antiguas
fotografías del año 1897 en el que es posible observar que el edificio carecía aún
de herrería perimetral y portón.
Archivo Pablo Grigera. |
Será recién a partir de los primeros años de la
década del 20’ o quizás un poco antes, en que vemos en las fotografías del
edificio tanto a la reja perimetral como al portón de acceso, pero no se puede
determinar con exactitud el diseño de las mismas, siendo especial esto en el caso del portón. Si observamos con
detenimiento las rejas perimetrales de estas fotografías vamos a poder observar
que su diseño es totalmente diferente a la reja del portón que siempre hemos
conocido, por lo que existe la duda si el diseño del mismo fue diferente al de
los años posteriores.
Archivo Pablo Grigera |
.
Las fotografías del año 1936 nos muestran un
portón de acceso cuyo diseño es coincidente, en mayor parte, con el que siempre
hemos conocido y que enmarcado entre altas pilastras de mampostería daban
acceso al hotel. Lo singular del caso es que las remodelaciones sufridas por el
hotel antes de la temporada 1934-35’ habían determinado el retiro de las rejas
del perímetro del hotel seguramente debido a su mal estado y su reemplazo por
muros de mampostería, tal cual podemos observar actualmente, de allí la duda si
el diseño del portón es de esa época o sobreviviente de tiempos anteriores,
pero si el efecto del clima de Mar del Sud afectó el estado de la reja
perimetral debió hacer lo propio con el portón de la década del 20’.
Archivo Museo Municipal Punta Hermengo. Gentileza Daniel Boh, Mariana Boh. |
Quizás las únicas diferencias visibles con el que
siempre hemos conocido sean la existencia de un chapón inferior ornamentado que
creemos el paso del tiempo y la acción salina destruyeron obligando a recortar parte de su
estructura, (la del chapón inferior) y quedando el mismo de una altura menor al
que la foto del 36’ retrata con claridad.
Archivo Pablo Grigera. |
Hacia 1997 cuando llegué por primera vez al
hotel, aún era posible divisar ese mismo portón, al cual aún, la falta de
mantenimiento y el mal accionar humano, no habían deteriorado en demasía. Era
posible observar también sus características técnicas, sus modos de
fijación a la mampostería, la interrelación entre piezas y la falta de elementos
soldados.
El paso del tiempo hizo estragos en su estado
y durante mis visitas posteriores ya era posible constatar que el deterioro era
ya profundamente marcado.
Archivo Pablo Grigera |
Archivo Pablo Grigera. |
A partir de las obras de puesta en valor que
se iniciaron en el edificio hemos visto el reemplazo del portón así como la
alteración de las pilastras que la enmarcan perdiéndose así una referencia
valiosa de su estado, composición, altura, no sabiendo si existe algún tipo de
referencia planimétrica previa que nos indiquen sus proporciones y medidas.
Es posible también que la alteración de las
pilastras nos impidan conocer la existencia de vestigios de los elementos de fijación de las rejas
anteriores, corroborar su altura original y determinar también la existencia de
artefactos de iluminación en la parte superior de los mismos y principalmente
sus características.
Ahora bien ¿cuáles son los criterios en que se
basan los hacedores de las obras de puesta en valor para reemplazar el portón
original? Queda claro que no se han respetado ni proporciones, ni tecnologías
ni criterio proyectual alguno, pese a la importancia del mismo como imagen de
acceso del centenario hotel.
Restaurar el portón actual o reemplazarlo por
uno nuevo no debería generar dificultades en su manufactura. Se debería
mantener el diseño de portón que ha perdurado en el tiempo con el agregado de
su chapón inferior que le daba al acceso una impronta monumental;
desgraciadamente el que se ha instalado en la actualidad es de dudoso gusto y nada tiene que ver con la
historia del edificio.
¿Cuál será el destino del portón original y
donde se encuentra en la actualidad? Ya hemos visto que últimamente han sido
saqueadas todas las rejas de sus galerías continuándose así con el expolio del
hotel.
Esperemos que el hotel pueda ser puesto en
valor con criterios profesionales, lejos de actos de vanidad y egolatría,
entendiendo que el hotel es el protagonista, y sus elementos partes de un todo
armonioso, en el cual se destacan las acciones de proyectistas, albañiles ,
herreros, etc, que dejaron su impronta en la construcción del hotel, así como
también dejarán su arte las personas que están trabajando en poner en valor el
hotel.
La falta de una dirección de obra profesional lleva a cometer errores que deberían ser evitados como el colocar en el frontis del hotel el año de construcción del mismo, dato inexistente en cualquier documentación gráfica antigua y que ha sido realizada en base a datos aportados por el poseedor del bien y que carecen de verosimilitud. Lo más triste del caso es que el sector derecho del mismo se ha reservado para colocar una nueva fecha que correspondería a la de finalización de las tareas.
La falta de una dirección de obra profesional lleva a cometer errores que deberían ser evitados como el colocar en el frontis del hotel el año de construcción del mismo, dato inexistente en cualquier documentación gráfica antigua y que ha sido realizada en base a datos aportados por el poseedor del bien y que carecen de verosimilitud. Lo más triste del caso es que el sector derecho del mismo se ha reservado para colocar una nueva fecha que correspondería a la de finalización de las tareas.
Archivo Pablo Grigera |
La Carta de Venecia de 1964 [1] es muy clara al referirse
en su artículo 9º en que el límite de la restauración está donde comienza la
hipótesis, es decir que es un error arrogarse la potestad de traspasar esos
límites tal cual observamos en el ejemplo en cuestión.
Finalmente esperemos que las autoridades, como
custodios del Patrimonio de General Alvarado, puedan encauzar las decisiones
que se toman con respecto al Hotel Boulevard Atlántico y se permita realizar
consultas a especialistas de organismos públicos o privados ligados a la
Preservación del Patrimonio.
Desgraciadamente las obras en cuestión siguen su
curso, seguimos perdiendo la oportunidad de realizar un trabajo profesional
basado en un proyecto claro de intervención, y los errores a esta altura son ya
demasiado visibles, pero quizás no tantos para los que piensen que este
edificio debe ser una “GRAN FACHADA"
[1] Surgida del II Congreso
Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos, esta carta es
la que establece los principios que deben regir en la conservación y
restauración de Monumentos, siendo adoptada por el ICOMOS un año después.
(International Council of Monuments and Sites)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario