En estos últimos días se han clausurado las obras en el Hotel
Boulevard Atlántico de Mar del Sud. El diario La Capital de Mar del Plata, a
través de su corresponsal en Miramar, informa al respecto: “En este caso el cese de actividades fue
determinado por el municipio de General Alvarado, debido a cuestiones de
seguridad relacionadas con falta de vallas, delimitar algún sector que estaba
peligroso para los operarios y también por alguna documentación vencida o no
presentada en tiempo y forma por los responsables del proyecto”[1]
Este hecho tendrá su origen en el pedido de informes solicitado por la
Delegación Gral Alvarado del Colegio de Arquitectos de la Provincia de
Buenos Aires, Distrito IX.[2]. La referencia a
la “documentación vencida o no presentada
en tiempo y forma” debe tomarse como una alusión a la inexplicable no
presentación aún de la documentación de obra por los responsables de las mismas.
Al día de hoy, y a cinco años de iniciados los trabajos, no hay cartel de obra
alguno que identifique profesional, empresa interviniente, indicadores
urbanísticos ni número de expediente.
El director de obras privadas Sebastián Vieytes expresa el pensamiento
municipal al decir: “Estamos con la
predisposición de que la obra se concluya, por eso esperamos se resuelvan
cuestiones pendientes. Sabemos que es algo importante para Mar del Sud y el
distrito de General Alvarado”.[3] Continúa
Vieytes: “Hace unos días mantuvimos una
reunión con el propietario y profesional responsable, acordamos que los
trabajos van a estar parados, inclusive el cerco perimetral que era lo último
que se estaba realizando, hasta que se cumplimente toda la documentación legal
y lo concerniente a lo edilicio. Hay interés de todas las partes involucradas
para que el proyecto termine”.[4]
Las afirmaciones de Vieytes son sorprendentes ya que al referir “que los trabajos van a estar parados”
hace mención al cerco perimetral, “que
era lo último que se estaba realizando”.
Si la obra estaba clausurada desde 2016: ¿Cómo fue posible que las
tareas siguieran sin existir documentación aprobatoria alguna en la
municipalidad? ¿Cómo fue posible que entre agosto de 2017 y marzo de 2018 se
demoliera todo el cerco perimetral original del edificio, protegido además por
el Código de Preservación Patrimonial del Municipio?.[5]
El Director de Cultura, Martín Vera, uno de los que encabeza según la
Capital “las conversaciones con el
responsable de la restauración”, clarifica un poco las cosas al afirmar en
marzo del 2018: “Fueron pagadas las
multas correspondientes por parte de los nuevos encargados / dueños de la
propiedad para continuar con los trabajos lo más cercano posibles al respecto
de cuestiones patrimoniales. Se están generando las condiciones necesarias para
que esto sea posible y próximamente tendremos más novedades al respecto”. [6]
Si bien, es posible que haya sido pagada la multa, tal cual afirma
Vera, no se solucionó ninguno de los temas por los cuales se realizó la
clausura del 2016. En palabras del arquitecto Aguilar, Secretario de Obras Públicas
del Municipio de General Alvarado por aquellos tiempos, “había fallas en la documentación de profesional responsable, graves
falencias de seguridad y tampoco se estaba respetando el patrimonio
arquitectónico” Agregaba también "paredes
altas sin apuntalar que corrían riesgo de derrumbe y, tan o más grave,
incumplimiento en el proyecto prometido”.... “Tendrá que hacer correcciones. Una, fundamental, porque insiste techar
el hotel con chapa trapezoidal, como la que ya colocaron. Lo autorizado
menciona replicas de pizarra negra”.[7]
Pese a esto las obras continuarán a partir del 2017 con los balcones y
demás tareas tal cual afirma el corresponsal de La Capital en Miramar: “El futuro determinará si esta nueva etapa
llega a buen término o no, pero la realidad es que durante estos últimos días
LA CAPITAL recibió la noticia que operarios habían vuelto a la añeja
edificación para continuar con la tan mencionada restauración… Es un fin de
semana gris, no se observa movimiento de albañiles pero hay vestigios de que se
viene trabajando sobre lozas interiores, ventanales y además fue colocada la
reja sobre el imponente acceso del famoso edificio construido sobre los médanos
en 1889”.[8]
El corresponsal hace referencia a las losas de los entrepisos, que
fueron realizadas a partir de 2016 pese a la clausura de la obra. Es
sorprendente su mención a las ventanas, las cuales han desaparecido por
completo, pero quizás hagan referencia, y no sea muy explícito, a los balcones
a cuyas losas en voladizo debió reconocer. El tema del portón es un caso
extraño de “desorientación patrimonial”,
ya que el actual fue colocado en el 2014 en reemplazo del original, del cual no
se tienen noticias, y que en nada condice con el perdido. Ante las denuncias
efectuadas [9] este fue
retirado permaneciendo el edificio durante varios años sin portón alguno. En abril
de 2018 fue colocado nuevamente el portón que reemplaza al original, significando
una pérdida irreparable para el patrimonio de Gral Alvarado y una nueva
claudicación de los responsables de las obras.
Quizás lo más peligroso de estos últimos tiempos no sea ya lo referido
a los muros perimetrales, los cuales fueron demolidos con conocimiento
municipal, tal cual se desprende de las palabras de Vieytes, sino los balcones,
que fueron continuados pese a no ser presentada documentación alguna en el
municipio ni firmados planos de estructura por parte de un profesional
responsable. Esto traerá aparejado que su realización quedará en manos de los
propios trabajadores del hotel de los cuales se desconoce su calificación
profesional.
Su construcción, tal cual se afirma en otros escritos[10], es más que
discutible y debiera ser verificada por un ingeniero estructuralista por el peligro que ello representa, inclusive para
los propios operarios que trabajan en el edificio.
Es de hacer notar el empeño del municipio en justificar las obras a
través de las palabras de sus funcionarios al afirmar que las mismas serán “lo
más cercanas posibles a la propiedad creada hace 129 años”[11]
tratando de disimular así su responsabilidad en lo ocurrido.
Nada de lo que aconteció con el hotel pudo ser realizado sin la
complicidad del municipio, que debió velar por la protección de su mayor bien
patrimonial y no lo hizo. El que las obras “serán
lo más cercanas posibles” al original resulta una claudicación que esconde
la negativa del municipio a solicitar ayuda y ordenar su reconstrucción, tal
cual establece el Código de Protección Patrimonial [12],
ya que pondría en evidencia los gruesos errores cometidos por la administración
municipal.
A casi siete años del inicio del desguace del edificio y a cinco de
iniciadas las tareas no cabe duda ya que los responsables políticos de esta
tragedia serán recordados por siempre como los principales artífices de la
destrucción del mayor bien patrimonial de su propia comunidad y al que por connivencia o ineficiencia, no supieron resguardar. Ahora,
a aguantar las consecuencias.
[1] Diario La Capital. Mar del Plata. 26 de agosto de 2018.
[2]
http://pgrigeramardelsud.blogspot.com/2018/06/pedido-de-informes-del-colegio-de_97.html
[3] Diario La Capital. Mar del Plata. 26 de agosto de 2018.
[4]
Ibidem. Reunión realizada en Miramar el 9 de agosto de 2018 entre autoridades del municipio y el propietario del edificio.
[5]
Ord 307/00. Código de Preservación Patrimonial de Gral Alvarado. Art4º: Las
declaraciones de interés patrimonial en inmuebles comprende:….c) la
materialización de la línea de borde (cerco,
reja, muro, etc).
[6] Diario La Capital. Mar del Plata. 25 de marzo de 2018. Estas afirmaciones son coincidentes con el intento de presentación de planos en el municipio que aún no fueron aprobados.
[7]
La Nación. 16 de julio de 2016
[8] Diario La Capital. Mar del Plata. 25 de marzo de 2018.
[9]
http://pgrigeramardelsud.blogspot.com/2014/05/el-porton-de-acceso-y-su-devenir.html
[10]
http://pgrigeramardelsud.blogspot.com/2018/06/setenta-balcones-y-ninguna-flor-doce.html
[11]Diario La Capital. Mar del Plata.18 de junio de 2018.
[12]Ordenanza 307/00. Código de Preservación Patrimonial de Gral Alvarado. Art21º: "Las infracciones a la presente Ordenanza serán sancionadas con
multa al propietario y profesional interviniente, que se graduará en proporción a la gravedad de las
mismas, entre 1 y 250 salarios mínimos del agente municipal con horario completo así como la restitución
al estado anterior de las cosas. Si esto fuese posible".