Según el diccionario de la Real Academia Española un puente es una “construcción de ladrillo, madera, hierro,
hormigón, etc, que se construye y forma sobre los ríos, fosos y otros sitios
para poder pasarlos”.
De raíz latina la palabra puente, pons-pontis, es sinónimo de enlace,
vínculo, conexión. Un puente vincula una orilla con otra, un pueblo con otro,
aunque muchas veces también los separa.
En estos últimos tiempos con la caída del puente sobre el arroyo La
Tigra, se ha roto un vínculo, un enlace con el sector sud-oeste de la localidad.
Construido en forma provisoria a causa de la caída del “puente de
Sánchez” en la crecida del 2014, su precariedad y mala construcción fue un
paliativo que olvidó la necesidad real de construir un verdadero puente, un
vínculo sólido entre las dos orillas.
Pero Mar del Sud tiene también otro puente destruido, que en este caso
y metafóricamente une, ya no dos orillas, sino el pasado y el presente de la
localidad: el Hotel Boulevard Atlántico.
Unos pocos días antes de la caída del puente de La Tigra también “cayó”
su muro perimetral, en silencio. Sus restos esparcidos en la vereda fueron una triste
imagen de ese vínculo roto, y su demolición total unos días después, un
despropósito más al que las obras del hotel nos tienen acostumbrados.
Quizás la demolición de ese límite entre el pueblo y el hotel sea una
imagen repetida que nos recuerda que en definitiva, sin buenos “vínculos ni
conexiones”, Mar del Sud no va a salir nunca de su propia realidad.
Archivo P. Grigera. Julio 2017. |
Archivo P. Grigera. 1997 |
Archivo P.Grigera. Agosto 2017. |