Vista 1945

Vista 1945
Hotel Boulevard Atlántico. Mar del Sud. Año 1945. Archivo Pablo Grigera

sábado, 27 de diciembre de 2014

Cuantificando el desguace de 2012

En trabajos  anteriores hemos mencionado a febrero del 2012 como  la fecha de inicio del desguace del contrafrente del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, coincidente quizás con las promesas efectuadas al poseedor del bien, por parte de un grupo inversor.  La puesta en valor del edificio que estos pregonaban y lo descartable que resultaban al nuevo proyecto las alas de habitaciones y galerías de sus patios, determinaron que fuesen desmanteladas y vendidas carpinterías, pisos de pinotea, tirantes, barandas de hierro, fallebas y demás, pese a ser el edificio Monumento Histórico Municipal por la ordenanza 247/88 del Honorable Consejo Deliberante del Partido de Gral Alvarado.

Archivo P. Grigera. 2012

Muchas veces la cuantificación de los daños representa el sólo y frío hecho de registrar esas pérdidas invalorables del patrimonio de Gral Alvarado, sin tomar conciencia de la magnitud de la pérdida ni del hecho en sí: 44 puertas ventanas de dos hojas con postigos interiores de madera de cedro, 174 celosías de madera, más de 500 m2 de pinotea, 88 fallebas importadas, cientos de metros de tirantes de pinotea, 84 ml de baranda de hierro forjado de las galerías, puertas interiores, perfiles doble T, etc.  A esto habría que sumarle los numerosos materiales, de los cuales desconocemos si han sobrevivido, hasta que no se realice un exhaustivo inventario de las pérdidas que ha sufrido el edificio a partir del anuncio del proyecto, que por aquellos años el grupo inversor planeaba realizar para el hotel, antes de caer  en desgracia a fines de octubre de 2013.

Archivo P. Grigera.2012

Pero el hecho más terrible de todo esto es que también se puede cuantificar económicamente la pérdida de estos materiales, a partir analizar el precio de mercado de elementos similares a los desaparecidos, pudiéndose establecer así el importante  rédito que  esas ventas, que lesionaron por completo el patrimonio del hotel, dejaron a sus responsables.
Si consideramos que se publicitan, en portales de venta de antigüedades, puertas ventanas con postigones a valores de entre 3500 y 7000 pesos, podemos cuantificar en esas 44 carpinterías desaparecidas una suma extraordinaria de dinero. Ni que hablar de las antiguas celosías, que si hubiesen sido vendidas individualmente  habrían dejado un rédito de varias decenas de miles de pesos, o al igual que la venta de los puños de fallebas y sistemas completos de herrajes de accionamiento que tienen buen valor en el mercado de antigüedades.





La pinotea , vendida según testimonios a carpinteros de la zona, se cotiza muy bien ya que el m2 de la misma se  valora entre 450$ y 600$  dependiendo de su estado y su pertenencia a un piso superior o a una planta baja, ya que se diferencian por la presencia o no de  humedad en las mismas. Sus más de 500m2 nos muestran la magnitud del negocio y del desastre también.
Quizás el costo de los tirantes de madera sea también una presa valorada por los anticuarios y corralones de demolición, dada la excelente calidad de los mismos pero en este caso dependiente siempre de su estado de conservación.
La última gran pérdida del edificio han sido los más de 80ml de baranda de sus galerías, las cuales sobrevivieron al lento paso del tiempo y a la demolición inicial, pero no a la codicia de los que lucraron con su venta.
Como podemos observar, el desguace del edificio no sólo alteró para siempre el destino del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, sino que también generó un rédito económico, más que importante y valuado en varios cientos de miles de pesos, a los propios responsables del desastre.

¿Qué hubiera pasado si esto hechos acontecían en el Coliseo Romano, en el Cabildo de Buenos Aires o en cualquier edificio de importancia patrimonial?
Queremos suponer, que el Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud debiera significar para los habitantes del Partido de General Alvarado lo mismo que el Coliseo para los romanos o el Cabildo para todos los Argentinos: un hito patrimonial, por lo que las implicancias referidas a estos hechos, en cualquiera de los casos mencionados, hubiesen producido un escándalo de proporciones mayúsculas así como también renuncias entre los funcionarios responsables. Desgraciadamente en el caso del Hotel Boulevard Atlántico las responsabilidades se diluyen con el paso del tiempo, nadie ha renunciado  y las obras actuales intentan por todos los medios de hacer  olvidar lo acontecido con obras que carecen en lo más mínimo del profesionalismo que el edificio requiere en su intervención.

¿Porqué a tres años de los hechos aún no ha actuado fiscal alguno inquiriendo sobre dicha situación?
¿Porqué no han sido aplicadas las penas que establece el Código de Preservación Patrimonial del Municipio a los responsables de los hechos?

Desgraciadamente el silencio del municipio, ocultando bajo las obras que se realizan en la actualidad, y que tal cual refiriera la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires carecían de todo permiso de obra y legalidad, continúa. Al día de hoy aún no han emitido comentario alguno que intente comprender su accionar ni que explique cómo desaparecieron, ante sus propias narices, todos los elementos citados anteriormente del que es quizás el edificio de mayor valor patrimonial del Partido.
A más de un año de iniciadas las obras las mismas carecen de Cartel de Obra y desconocemos la existencia de un proyecto de intervención sobre el edificio, lo cual se suma a la inexistencia de controles  por parte de los organismos Nacionales, Provinciales o Municipales referidos al tema y los cuales debieron ser consultados por el municipio.

Esperemos finalmente, cuando ya nos acercamos al  tercer  aniversario del inicio del desguace del edificio, que las propias autoridades puedan exponer definitivamente sus aclaraciones en referencia a los sucesos de 2012 así como también sea hora de que los responsables del mismo puedan ser juzgados en consecuencia.

Diario Clarín. 13 de julio de 2012

lunes, 8 de diciembre de 2014

Política y Patrimonio. El Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, un caso paradigmático. 3ra Parte


Los hechos se precipitan. La caída del grupo inversor y sus consecuencias.


A partir de todos estos descubrimientos se planteó el tema de cómo hacer público esto, para ello se decidió, junto a la Asociación Amigos de Mar del Sud,denunciar el hecho ante la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, como un modo de efectuar el reclamo a través de un organismo público de control de lo que estaba ocurriendo con el Hotel Boulevard Atlántico. Paralelamente se publicaron las denuncias a modo de cuentos en un blog en donde se exponían también los trabajos de investigación que había realizado desde el año 1997.
El éxito fue rotundo, ya que los cuentos describían lo bizarro de la situación y a medida que eran publicados los responsables de las páginas web del grupo inversor iban sacando las imágenes denunciadas hasta llegar al colmo de modificar en un lapso de minutos las imágenes que representaban el ámbito de trabajo del grupo inversor en la Argentina y que correspondían a un estudio de diseño en Timisoara, Rumania, y luego las del contacto, modificando las correspondientes a la obra de Zaha Hadid en Beijing por una escuela de diseño en Glasgow, Escocia.

www.marum.com.ar/equipo/equipo.htm

www.marum.com.ar/contacto/contacto.htm. 27/11/2013


Inmediatamente fueron borrados también los rostros de los asesores del proyecto, direcciones de las oficinas, teléfonos, así como también quedó fuera de servicio la página de facebook de la Asociación Amigos del Hotel Boulevard Atlántico, quien apuntalaba con información y notas alusivas al proyecto en cuestión.

www.blvdatlanticohotel.com.ar/contacto.htm. 7/8/2013

www.blvdatlanticohotel.com.ar/contacto.htm. 16/11/2013



Por esos días los responsables de la realización de las obras de puesta en valor denunciaban también haber sido estafados por el grupo inversor, obligándolos a dejar en depósito una suma de dinero en concepto de “garantía”, previa al comienzo de las obras, dinero con el que se pagó uno de los juicios pendientes, en este caso el que se mantenía con la Cooperativa Eléctrica de la localidad. A esta denuncia se le sumará también la del propio poseedor del bien.
El proyecto quedará trunco  hacia fines de octubre-noviembre de 2013, continuando las obras la empresa subcontratista que había denunciado la estafa, y según lo afirmado por ellos, absorbiendo los costos realizados en la obra ante el no pago del grupo inversor.
El municipio continuó mirando para otro lado, pero en las sombras operaba para quedar lo mejor parado posible ante el descrédito de su accionar.
Al poco tiempo un nuevo inversor apareció en escena traído por los mismos subcontratistas de la obra. La rapidez con que aparece el “nuevo inversor” es realmente llamativa, ya que se esperaron muchísimos años para que apareciera alguien interesado en adquirir el hotel y en un período de casi un mes aparece, luego de caído el anterior, uno nuevo y aportado por el subcontratista del grupo anterior y al que aún no se le conoce el rostro, recayendo toda la exposición que el tema del hotel genera, en la empresa subcontratista y en especial en su responsable.
Lo extraño de esta situación es el aporte de dinero, por parte del nuevo grupo inversor, y el aporte laboral, por el contratista, cuando  aún no se ha definido judicialmente el tema de la propiedad del bien. ¿Quién querría aportar dinero en un negocio así?
La puesta en valor del hotel se retomará sin permiso de obra, ya que este había caducado en noviembre de 2013, y desconocemos si el municipio prorrogó u otorgó uno nuevo. De hacerlo, ¿a quién se lo dió?, al nuevo inversor que ni siquiera es el propietario del edificio, que como recordamos está con serios problemas en relación a su dominio y aún la justicia no se ha expedido en relación a ese tema, o al subcontratista, que ni siquiera es un profesional matriculado en alguna de las ramas relacionadas con la construcción. ¿Quién firma el pedido de obra?: ¿el actual poseedor? Si el municipio repite el mismo criterio empleado anteriormente en dar un permiso provisorio de obra, ¿Quiénes son los responsables de la mismas?¿Se ha presentado algún proyecto de intervención del edificio?
Un hecho singular es la continuación del expolio del edificio ya que han desaparecido las barandas de las alas de habitaciones, pero con un criterio quirúrgico ya que sólo han desaparecido las correspondientes a las alas de habitaciones y no las del cuerpo principal, reafirmando este hecho que este sector del edificio, las alas de habitaciones, están condenadas a ser demolidas, tal cual era el planteo original del grupo inversor saliente y que motivo la demolición del 2012.

Archivo Pablo Grigera. 2014.

En estos últimos tiempos las ventas de sus elementos componentes han continuado en los corralones de la zona, siendo conocidos los casos de postigones de madera del hotel que han sido vendidos para embellecer vaya a saber que casco de estancia cercano.
A mi criterio las tareas que se están realizando en la actualidad carecen de profesionalismo, ¿porqué no existe ningún estudio previo que justifique las obras que se realizan? Estudios en laboratorios que permitan conocer la composición de los revoques, cromaticidad, adherencia al sustrato, etc.
Es inexistente también un estudio de la valoración del edificio, el inventario de cada una de sus partes integrantes y que permitan definir criterios de intervención en ellas, que es lo que se va a mantener, que no. Ni que hablar del estudio previo de la documentación fotográfica existente sobre el hotel y que permita conocer su devenir histórico, de cómo evolucionó en el tiempo, de sus agregados, de sus pérdidas. Todos estos elementos deben ser considerados previamente a la intervención de cualquier edificio de valor patrimonial. ¿Existen dichos estudios?
Estas carencias se han visto reflejadas en las tareas que se realizan en el hotel, en los innumerables errores que han impedido conocer, con el accionar poco profesional de sus hacedores, los modos de construir y los materiales empleados al construirse el hotel, ocultando vestigios importantes que hacen al conocimiento de su historia.
El dotar al frontis del edificio de una fecha de construcción ubicada en el ángulo inferior del mismo es un grueso error ya que no existe documentación fotográfica alguna de su existencia y ha sido colocada en base a comentarios del actual poseedor que carecen de fundamento alguno. Lo triste del caso es que el ángulo inferior derecho del mismo ha sido reservado para ubicar allí la fecha de terminación de las obras arrogándose sus hacedores una potestad totalmente contraria a las cartas internacionales que regulan la actividad como la Carta de Venecia que en su artículo 9º señala que el límite de la restauración está donde comienza la hipótesis.

Archivo Pablo Grigera. 2014.

Ni que hablar del nuevo portón de acceso que ocupa del histórico portón del hotel al que el tiempo y el nulo mantenimiento, ha hecho estragos. El desconocimiento del devenir histórico del portón ha dado como resultado uno nuevo de dudoso gusto pero perfecto quizás para alguna quinta de los suburbios de cualquier ciudad, intentando repetir en su diseño las líneas del original, pero careciendo de las  proporciones, tecnologías y materiales que lo asimilen con aquel.
¿Pero cómo pudo cometerse tamaño error? No hubiese sido posible consultar a algún especialista o al mismo Museo De Punta Hermengo, Miramar, que atesora numeroso material fotográfico que hubiese ayudado a dar respuestas correctas al diseño del portón.

Archivo Pablo Grigera.2014 


A veces  el ego, la vanidad o el afán de protagonismo, conspiran contra una actividad en la que el silencio del estudio, el respeto por el pasado y la humildad deberían ser prioritarios.
Es de hacer notar que al igual que el portón se han visto alterados los pilares que lo enmarcan siendo modificadas sus proporciones y perdiéndose para siempre la oportunidad única para verificar la existencia de restos de las viejas fijaciones y que nos permitan determinar la altura del portón original, la existencia de artefactos de iluminación en su parte superior, y tantas otras preguntas que seguramente jamás tendrán respuesta ya. La demolición parcial de uno de ellos, tal cual atestiguan los pobladores del lugar, nos invita a pensar en si este fue un hecho casual o tuvo alguna intencionalidad relacionada con la mayor medida del portón recientemente colocado.
Finalmente es importante recalcar que ese nulo estudio del pasado del edificio a través de sus fotografías ha determinado que los hacedores del trabajo, y que declaman la labor artesanal de sus tareas, hayan equivocado el número de balaustres del balcón principal del primer piso ya que en vez de los once originales por tramo y perfectamente visibles en las fotografías existentes, han sido ubicados diez. Pero ¿Qué llevó  a sus responsables a cometer tal error? Quizás la respuesta esté en que hayan sido adquiridos ya elaborados, y dadas sus medidas, no se hubiesen podido colocar las 11 originales por tramo. Si observamos con detenimiento el trabajo realizado esta teoría quizás pueda ser errónea ya que el espacio entre ellos hubiese permitido colocar un balaustre más, respetando el criterio original del profesional que diseñó el hotel, y cuyas decisiones lejos están de ser casuales, pero esta última afirmación quizás necesite de mayores investigaciones que permitan clarificar las distintas relaciones y proporciones que existen entre las distintas partes del edificio.
Todo esto corrobora la teoría de que este trabajo es una GRAN FACHADA en que da lo mismo un portón cualquiera que el portón original, once o diez balaustres, o hasta un frontis cuyo diseño nunca fue así.

Archivo Pablo Grigera.2014

En febrero de 2014 fue entregado el Dictamen de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires[1] que a partir de todos sus equipos de trabajo, los cuales incluyen arquitectos especializados en patrimonio, abogados y técnicos, y a partir de las consultas  realizadas a los organismos Provinciales que velan por el Patrimonio de la Provincia, emitieron recomendaciones al gobierno del Partido de General Alvarado con respecto a la situación denunciada con respecto al hotel.
Su diagnóstico preciso en el que se resaltan la falta de permisos, proyecto de intervención, cartel de obra y pobres respuestas por parte del municipio a sus requerimientos, son de importancia.
Es notable la mención de que las obras de la fachada del  hotel tenían un permiso del municipio pero “sin firma alguna de responsable profesional ni del propietario del mismo”. ¿Cómo fue entonces que se permitió iniciar las tareas?
Asimismo el informe de la Defensoría del Pueblo contribuye aún más a la confusión al mencionar que el permiso de obra dado por el Municipio caducaba en noviembre de 2013. Lo extraño de esto es que la finalización de las obras de la fachada del hotel, como habíamos dicho anteriormente, estaban siendo publicitadas por sus responsables para enero del 2014, coincidente con la temporada estival, y que inclusive servirían de ámbito para la presentación del libro de la historiadora local. ¿Cómo entender entonces que las obras se iban a inaugurar en enero del 2014 y que el permiso caducara en noviembre del año anterior?
Esto habla  a las claras de que el municipio unilateralmente canceló el permiso otorgado luego de las denuncias efectuadas y del papelón de los avales inexistentes que el grupo inversor decía poseer.
Si bien su puesta en práctica ha sido nula queda como antecedente del pensamiento de estos organismos de control que fueron convocados para emitir su opinión con respecto a este tema.
El dictamen finalmente recomienda al municipio respetar las ordenanzas por ellos sancionadas y en especial el Código de Preservación Patrimonial del año 2000, la 307/00.
Hasta el día de hoy no ha existido aún ningún tipo de pena hacia los responsables de este desastre. La ordenanza 307/00 establece penas a los infractores, ya sea propietarios, profesionales, empresas constructoras, que no han sido aplicadas en lo más mínimo por el Municipio de General Alvarado que a estas alturas parece no recordar que había hecho propio el proyecto de intervención  del hotel.





[1]Dictamen de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. Resolución Nº12-14.Publicada en el Diario Digital El Recado de Miramar el 11 de abril de 2014 y en http://pgrigeramardelsud.blogspot.com.ar/

viernes, 28 de noviembre de 2014

El Hotel Boulevard Atlántico y su Cartel de Obra.

En estos últimos días se cumplió un año del inicio de las obras del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud por parte de sus actuales hacedores, quienes ya desligados del grupo inversor original que los contrató, luego de que el proyecto original profusamente  publicitado fuese abandonado, continuarán las mismas con el aporte económico de un nuevo y misterioso inversor.
A un año de estos hechos aún no se ha colocado ningún Cartel de Obra que identifique a sus responsables ni las características de las mismas. (Recordemos que toda obra de arquitectura o ingeniería debe poseer cartel de obra, que es exigido por  cada municipio, estableciendo cada uno de ellos parámetros propios para su confección)

Noviembre 2014

Ahora bien, ¿porqué es tan importante ese cartel de obra?
Porque muestra  una serie de datos que hacen a la obra en sí,  como ser: el nombre del proyectista y del director de obra, si es ingeniero, arquitecto o maestro mayor de obra, la casa de estudios que expidió el título habilitante, su número de matrícula profesional y domicilio legal, al igual que los datos del constructor, ejecutor estructural y del estructuralista.
Es importante también porque se enuncia el número de expediente de obra con la fecha en que fue aprobada por el órgano fiscalizador del municipio, así como los indicadores urbanísticos reglamentarios que corresponden  a la manzana del hotel: FOS, FOT, alturas y retiros establecidos en el Código de Planeamiento Urbano Municipal.
El Cartel de Obra es una consecuencia también, de un proceso que lleva al comitente, que encarga la tarea, y al profesional actuante, a solicitar el permiso de obra correspondiente para poder dar inicio a cualquier obra bajo los parámetros legales que el municipio establece. Esto implica un sinnúmero de papeles que van desde la presentación de la escritura, que testimonia el dominio sobre el bien,  hasta aspectos  impositivos de los solicitantes, así como también el visado previo y el pago de derechos de construcción y de ejercicio en el colegio profesional correspondiente, que fiscaliza la condición profesional de los actuantes. (Ingenieros, Arquitectos, Técnicos, según la incumbencia que dicha formación profesional permita).
Pero no sólo es importante el cartel de obra por todo lo anteriormente mencionado, sino también en la mención que debe hacer del nombre y apellido del responsable de Higiene y Seguridad de la obra y que debe velar por el cumplimiento de las condiciones de trabajo del personal y la prevención de accidentes. Es obligatoria también la mención al número de inscripción en el IERIC (Instituto de Estadística y Registro de la Construcción) donde debe estar registrada la empresa constructora a cargo de las obras.
Por todo o expresado, resulta sorprendente que a un año de iniciadas las obras, y luego de caído el grupo inversor original que pomposamente había colocado en su frente una gigantografía del proyecto[1], y sobre cuya caída las autoridades aún no han dado ningún tipo de explicación, como tampoco lo han hecho en relación al desguace del edificio en febrero de 2012, se entienda que las obras en el hotel carezcan de un cartel identificatorio.  Es extraño también que  siendo el Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud el mayor bien de valor patrimonial del municipio, las autoridades responsables no hayan intimado aún a los responsables de las tareas a cumplimentar con la dicha normativa legal, y que es exigida para cualquier obra particular que se realiza dentro del Partido de General Alvarado.

Gigantografía colocado por el grupo inversor original. Archivo Pablo Grigera. 2013. (Foto. K Moschutz)


Esperemos entonces que a la brevedad dicha anomalía pueda ser subsanada y podamos así identificar a los responsables y las características de las obras que se realizan en el hotel.





[1] Uno de los grandes hechos tragicómicos de esta historia fue la pomposa colocación de una gigantografía con la imagen futura del hotel cuyas pobres dimensiones y calidad de impresión fueron un indicio de la poca seriedad del proyecto original.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Política y Patrimonio. El Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud, un caso paradigmático. 2da Parte.


Decálogo de como destruir un monumento. 


Febrero del 2012 debe ser recordada como la fecha de inicio de la destrucción del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud ya que  a las denuncias recibidas de que se estaba desmantelando el contrafrente del edificio se le sumaban las referidas a que puertas, ventanas, tirantes y pisos de pinotea eran trasladados a corralones de Miramar para ser comercializados.
Coincidente con estos hechos era ya vox populi el rumor que un grupo inversor planeaba poner en valor al edificio. A estas versiones se le agregaban otras que mencionaban la intención de los proyectistas de ubicar una pileta de natación en el contrafrente del edificio sacrificando el ala central de habitaciones. (Recordemos que el Hotel Boulevard Atlántico ocupa la mitad del lote de  86 x 86m de la manzana y posee una planta en peine formando dos patios separados por un ala de habitaciones. Quizás esta solución proyectual plantease la posibilidad de crecimientos futuros y de allí el abrupto corte de su medianera posterior).


Archivo Pablo Grigera. 2012

Era claro que la demolición se realizaba con criterios estudiados, respetando lo que se quería mantener y demoliendo lo accesorio, de allí la sospecha que se pretendía sacrificar el contrafrente del edificio, demoliendo sus alas de habitaciones y dejando sus fachadas en pie. Esto permitiría dar  vía libre para la venta de sus partes componentes lo cual, un tiempo después, con la publicitada aparición de un proyecto de puesta en valor del edificio, se confirmarían las sospechas.
A partir de estos hechos se denunció ante el municipio el saqueo del hotel, hecho que ya había sido advertido por el delegado municipal del lugar. Se realizaron denuncias periodísticas siendo publicadas las mismas en los diarios Clarín y Página 12, La Nación, semanarios locales, así como también en audiciones radiales de la Capital.[1]


Diario Clarín 13 de julio de 2012

Fueron realizados contactos con el municipio, en la persona de la Secretaria de Cultura, manifestando su sorpresa ante lo sucedido y expresando el interés de mantener abierto un canal de diálogo buscando encontrar soluciones que permitiesen trabajar en el rescate del edificio y en especial explorando los caminos abiertos por la declaratoria de herencia vacante[2] dada en primer instancia, a consecuencia del fallecimiento de la ex esposa del poseedor del bien y a nombre de la cual se encontraba el edificio.
Tiempo después el gobierno municipal informará de la existencia de un grupo inversor interesado en poner en valor al edificio. Era claro a estas alturas que el municipio ya había decidido tomar como propio el proyecto del grupo inversor.

Este hecho escondía el hacer la vista gorda a la demolición del 2012 en pos de un proyecto de intervención que le solucionaba al municipio los innumerables problemas que el Hotel Boulevard Atlántico les generaba. La magnitud del proyecto sumado a los numerosos apoyos que los inversores proclamaban tener por parte de la Comisión Nacional de Monumentos Sitios y Lugares Históricos, del Banco de la Provincia de Buenos Aires, de la Secretaría de Cultura de la Nación, etc, a partir de las publicitadas reuniones con estos organismos, convencieron al municipio de la seriedad de la propuesta.
Sumado a esto, el enorme movimiento publicitario que el grupo inversor realizaba  publicando las bondades del proyecto en diarios del prestigio de La Nación, Clarín Arquitectura, La Capital de Mar del Plata, diarios locales, semanarios digitales, en la presentación del proyecto en exposiciones como Hotelga 2013 y demás, era abrumadora[3].

Suplemento Clarin Arquitectura. 22 de enero de 2013

Paralelamente el grupo inversor había creado una Asociación de Amigos del Hotel Boulevard Atlántico en Facebook que publicitaba los avances del proyecto que inclusive tenía sus propias páginas web divididas en una para el proyecto del Hotel Boulevard Atlántico, otra para un proyecto de viviendas denominado Marum Tigra que ocuparía el contrafrente no construido del lote y una tercera para un proyecto de Espacio Cultural-Museo denominado EVAA, (Espacio Vivo de Arte Argentino) en honor a  Eva Perón.

Página del Grupo Marum con los distintos proyectos . Noviembre de 2013
www.marum.com.ar/proyectos/proyectos.htm

Los jóvenes emprendedores del grupo inversor continuaban promocionando sus reuniones con autoridades provinciales, directivos de bancos y demás, a las cuales en representación del gobierno municipal concurría la Secretaria de Cultura. Los contactos fluidos entre este grupo y el municipio fueron de tal calibre que hasta la página oficial del Intendente de General Alvarado resaltaba la presentación de las etapas del proyecto y hasta ilustraba con una hermosa fotografía la reunión.

/www.patriciohogan.com/24 de julio de 2012


Tales eran los recursos, que hasta la Secretaría de Cultura de la Nación dará su auspicio para la publicación de un libro referido a la localidad y su hotel, cuya autoría es de una prestigiosa escritora local a la que también sumarán al proyecto.[4]
Pese a toda esta parafernalia publicitaria los problemas legales del edificio continuaban. Había que levantar juicios laborales, pagar a los acreedores, solucionar el tema de la herencia vacante, etc. Todos estos temas implicaban dinero y de la habilidad de los abogados para poder destrabar los distintos problemas legales que el hotel presentaba.
Si bien la línea política del intendente del Partido de General Alvarado era coincidente con la del Gobierno Nacional, las alianzas nacionales comenzaron por estos tiempos a resquebrajarse sumando este apoyos a la línea del actual Gobernador de la Provincia, pero, los movimientos políticos posteriores del intendente darán un nuevo salto para enrolarse finalmente dentro del mismo partido pero en las filas opositoras al Gobierno Nacional.
Quizás sea aventurado encontrar los orígenes, como veremos, de la caída del proyecto del grupo inversor en las causas políticas, pero lo cierto es que la falta de dinero de los inversionistas era clara, pero, pensar en jóvenes aventureros que sin experiencia previa avanzaron audazmente sobre el hotel con un proyecto de tal magnitud, sea también minimizar el caso.
A fines del 2012 se pondrán en venta las unidades de vivienda del proyecto ubicado en el contrafrente del hotel en portales de internet, inmobiliarias locales, de Miramar, sin siquiera existir certezas legales de que el edificio se fuera a realizar, ni que las soluciones a los problemas legales llegaran a buen puerto. Al día de hoy no se cuenta con datos fidedignos acerca de si alguna de dichas unidades fue vendida pese a la proclamada publicidad expresada en los planos del emprendimiento inmobiliario de que ya habían sido reservadas más de un 30 % del total de las unidades.

www.marumsuitesdemar.com.ar/

Un hecho singular es que a medida que el proyecto avanzaba el grupo inversor sumaba nuevos especialistas al grupo de trabajo. En los inicios del proyecto había sumado al abogado del poseedor del bien ya que sus conocimientos sobre la situación legal de la propiedad eran muy amplios y contratar uno nuevo hubiese generado pérdidas de tiempo inútiles.
Uno de los latiguillos del grupo inversor era la idea de emplear criterios de arquitectura sustentable en el desarrollo del proyecto. Muchas veces estos conceptos esconden un lenguaje amigable que es valorado por el público en general pero que en la realidad es contrario a lo que en definitiva se hace, pero la valoración que el grupo inversor hace de esta temática lo obligará a sumar un nuevo especialista. Lo mismo ocurre con la escritora local antes mencionada, sumada como referente de la historia del lugar, pero cuyos conocimientos no se vieron reflejados en lo más mínimo en las descripciones que se hacen de la localidad en sus páginas web, cometiendo errores infantiles que  fácilmente hubiesen podido ser  subsanados.
Todo este grupo inversor era dirigido por un autodefinido “lobbysta” que en los inicios del proyecto utilizaba como presentación su pertenencia a una empresa de capitales de riesgo internacional. La dirección técnica del grupo era realizada por un arquitecto al cual se presentaba como especialista en Preservación del Patrimonio y cuyos pergaminos incluían únicamente una participación en la restauración de la Manzana de las Luces y otra en el proyecto de intervención de la Casa de Gobierno, hechos incomprobables aún al día de hoy. Los nulos antecedentes del grupo inversor eran tales que fue creada como empresa con el único objeto de encarar las obras en cuestión quedando claras en estas definiciones que la intencionalidad del grupo era principalmente generar un negocio rentable en donde la preservación del patrimonio edilicio del edificio sería una fachada para dar prestigio y publicidad al emprendimiento utilizando para ello este bien tan caro a General Alvarado.

¿Cómo pudo el gobierno municipal tomar como propio un proyecto carente de avales, sin la participación de especialistas conocidos en preservación del patrimonio, y sin un proyecto claro de intervención?

A partir de la demolición del año 2012 el grupo inversor publicita en sus páginas web el diagnóstico de especialistas consultados para conocer el estado real del edificio estableciendo la imposibilidad de rescatar los sectores demolidos del hotel debido a su deterioro  y a los altos costos que implicaría su puesta en valor. Ilustraban esos conceptos con las imágenes de las alas de habitaciones demolidas obviando deliberadamente el hecho de que el edificio poseía en enero de 2012 todas sus carpinterías, postigones, rejas y pisos y demás componentes originales del edificio  y de las cuales el grupo inversor no debió ser ajeno a los sucesos que determinaron su desmantelamiento,  dejando a cargo del poseedor del bien el trabajo  de materializar dicho hecho y  dando vía libre a su trasporte y comercialización en los corralones de materiales de demolición existentes en Miramar.
La jugada fue magistral, no ensuciándose las manos, no desembolsando un solo peso, dando vía libre al poseedor del bien para, eventualmente, hacer su propio negocio vendiendo las partes a las que tanto declamaba respetar. Era cuestión de tiempo ver el hotel remozado, había respaldo del municipio y hasta guiño de las autoridades nacionales. Nada podía fallar.
Quizás aquí nuevamente haya que recalcar el papel del municipio, como contralor de su propio patrimonio cultural, permitiendo la venta de los elementos constitutivos del hotel al que declararon Monumento Histórico Municipal, pese a las denuncias realizadas y en corralones de la ciudad a unas pocas cuadras del Palacio Municipal.
En agosto de 2013 se iniciarán las obras de puesta en valor de la fachada a cargo de  una empresa constructora bajo la dirección del grupo inversor, sin cartel de obra, sin responsable técnico profesional, sin proyecto de intervención, sin número de expediente alguno ni aprobación por parte del municipio. Lo triste del caso es la carencia de un diagnóstico real de las patologías de la fachada del Hotel, no materializado en documentación gráfica alguna, siendo  prueba de ello la imagen publicada por los responsables de la obra observando, como referencia del trabajo a realizar, el plano del año 1992 ejecutado por el hermano del poseedor del bien y que como recordáramos planteaba rodear la fachada con viviendas de dos plantas ocultando totalmente la visión de la fachada principal.
La inexistencia de planos que expresen las patologías que sufre el edificio demuestra la insolvencia de sus proyectistas, que ni siquiera se dignaron a elaborar un diagnóstico previo de las obras a encarar y que hubieran servido como base para la cotización de las tareas.
Todas estas carencias de permisos, autorizaciones y demás dejaban a la vista que la situación legal del edificio seguía siendo confusa y legalmente era imposible solicitar un permiso de obra sin la firma del propietario. ¿Pero quién es el propietario del hotel?
Sabemos que los problemas de dominio eran enormes, con un poseedor con juicios laborales, pedidos de herencia vacante, deudas con el municipio, hipotecado y dentro de sus  acreedores a la mismísima cooperativa eléctrica de la localidad. Es por esto que ningún municipio daría un permiso de obra sin las firmas correspondientes de propietario y profesionales, pero recordemos también que al proyecto, el municipio del Partido de General Alvarado lo había tomado como propio y por lo tanto emplearía toda su influencia y poder con tal de que el proyecto siguiera su curso.


Cartel colocado en el frente del edificio.Archivo Pablo Grigera. 2013

La idea de poner en valor la fachada esconde lo que hay detrás, lo que no se ve. Era imperioso mostrar las obras, que se avanzaba, que el viejo Hotel Boulevard Atlántico iba a ser rescatado luego de tantos años de decadencias y olvidos, por eso se inician las obras de puesta en valor del edificio por la fachada. Ni que hablar de consolidar su estructura previamente, verificar la capacidad de carga de sus muros, solucionar las enormes filtraciones debidas al pésimo estado de su cubierta o a la inexistencia de desagües pluviales de la misma. Había que hacer una GRAN FACHADA.  Esa gran fachada permitiría no sólo atraer sponsors sino la aprobación general de que las obras se iban a realizar, dar certezas a las promesas efectuadas no importando los costos que ello implicaba como ser el desguace de medio edificio, la demolición del ala central de habitaciones para ubicar una pileta y el retiro o remoción, como se intentó hacer,  de las centenarias palmeras de sus patios que hacen a la vida de los mismos y que son una imagen característica de las formas de habitar de un edificio de fines del siglo XIX.
Este fue el costo que el municipio debió asumir al aceptar la propuesta del grupo inversor y del cual pudo salir a tiempo pero no tuvo la visión ni la capacidad para hacerlo.
¿Pero cómo lograr el apoyo por parte de la opinión pública al proyecto del grupo inversor?
Era claro que el municipio jugaba a favor del grupo inversor. Hemos dicho que les resolvía un problema espinoso, en especial después de la demolición de 2012, pero había que obtener también el apoyo de las voluntades locales el cual se logró  rápidamente a partir de toda esa parafernalia publicitaria que el grupo desarrollaba, en las promesas laborales a la gente y comercios del lugar que veían inocentemente la posibilidad de obtener trabajo, ya sea en la construcción del hotel, como personal contratado, o como proveedores de materiales para el emprendimiento. La seducción de los responsables del grupo hasta se permitía el lujo de organizar reuniones con las fuerzas vivas de Miramar y Mar del Sud explicando las bondades del proyecto, estableciendo como fecha de inauguración de la fachada del edificio: enero de 2014.

¿Pero en qué consistía el proyecto que el grupo inversor había presentado al propio Intendente  de General Alvarado?

El proyecto proclamaba principalmente poner en valor el hotel a partir de un proyecto de  que no sólo intervenía sobre el edificio histórico sino también sobre el resto de la manzana con un proyecto de viviendas y un centro de exposiciones. Para ello se había tomado como base del proyecto respetar la fachada principal y las laterales del edificio. El resto sería demolido, priorizando entonces criterios tan en boga en muchas intervenciones actuales en que sólo se respetan las fachadas de los edificios de valor patrimonial. De ahí la decisión de demoler las alas de habitaciones del contrafrente, hecho, que como hemos comentado, es previo a la presentación del proyecto ante las autoridades y que determinó el saqueo y venta de sus partes componentes. El proyecto proponía, siguiendo estos lineamientos, demoler el ala central de habitaciones  del contrafrente para ubicar en su lugar una gran pileta de natación.
Las alas exteriores de habitaciones crecerían tanto en ancho como en altura permitiendo así una nueva planta,  ocurriendo lo mismo en el cuerpo principal del edificio en que su mansarda sería ocupada por habitaciones, que según expresan los planos, tendrían serios problemas de ventilación e iluminación.

www.marumsuitesdemar.com.ar/proyecto/proyecto.htm

Pero donde se observan los mayores errores proyectuales es en el propio edificio del hotel. Los proyectistas publicaron en las páginas web del grupo inversor las plantas del emprendimiento las cuales en una primera instancia presentaban a las  alas de habitaciones exteriores recortadas para permitir ubicar una segunda pileta a la que hacíamos mención y que separa el nuevo edificio de viviendas y el hotel. Prueba de ello es que en vez de ser representadas en los planos siete ventanas se representan seis. Con posterioridad esos planos serán corregidos por nuevos en los cuales es posible observar la demolición de la escalera principal, el cambio de circulaciones en el acceso a las habitaciones, el avance de las alas exteriores sobre el patio y demás modificaciones alterando enormemente las líneas originales del edificio.


http://www.blvdatlanticohotel.com.ar/proyecto.htm


Como hemos dicho, el proyecto también incluía un conjunto de viviendas de planta baja y dos niveles superiores, ocupando la media manzana restante. El conjunto también tendría sauna, gimnasio y otros amenities respetando los indicadores urbanísticos de la localidad. Quizás este edificio sea el único que presenta ciertos criterios profesionales, sea compartido o no su diseño y su nula interrelación con el viejo edificio del hotel, pero es un correcto trabajo profesional al que sus proyectistas dotaron de imágenes renderizadas dando una idea acabada de su propuesta.

http://www.marumtigra.com.ar/proyecto/proyecto.htm

Sobre el lateral SE asimismo se completaba la ocupación de la manzana con un edificio vidriado, el Museo EVAA, cuya volumetría sobre la calle 13 generaría un impacto importante en relación a la acera opuesta. Lo singular del caso es que la imagen representada a todo color en la página web del emprendimiento, tenía como fondo una cadena montañosa, la que luego será cambiada (Recordemos  que hasta el día de hoy el sistema de Tandilia aún no ha avanzado sobre Mar del Sud).

www.marum.com.ar

En el dislate por atraer voluntades al proyecto los desarrolladores del grupo inversor publicitan sus reuniones con personalidades destacadas de la cultura y el quehacer arquitectónico a los cuales les ofrecen ser parte del proyecto. Es contactado el estudio Perez Maraviglia de Mar del Plata para poner en valor el hotel, el arquitecto Clorindo Testa, gloria de nuestra arquitectura, al cual se le ofrece el diseño del EVAA, y a Alberto Félix Alberto, dramaturgo y director teatral al que se le ofrece la dirección del Centro Cultural. Lo contradictorio del caso es que estos ofrecimientos son hechos con posterioridad a la presentación del anteproyecto al Intendente de General Alvarado y que es tomado como propio por el Municipio, es decir, que si los prestigiosos profesionales de la arquitectura hubiesen aceptado sus encargos hubieran diseñado edificios cuyos anteproyectos ya estaban presentados, ¿y aprobados?
Un hecho particular del grupo inversor es su proclamado respeto por el ambiente natural y por la arquitectura sustentable, respeto que en la realidad era inexistente. Imaginar un edificio como el EVAA, con sus muros vidriados en doble altura hubiese sido un despropósito energético para la realidad de una localidad que posee suministro eléctrico a partir de una cooperativa, que no tiene agua corriente, cloacas, ni gas. ¿Eran conscientes sus proyectistas de estas realidades?

El edificio posee palmeras en sus patios de más de cien años que dan vida a estos sectores del edificio y que han sido testigos de de la vida cotidiana del hotel. El proyecto del grupo inversor declamaba el respeto irrestricto de las mismas pero ello no condecía con las imágenes y planos presentados en que, o eran eliminadas o eran trasladadas en pos del proyecto en cuestión.
El avance de las alas de habitaciones, hacia el centro del patio único generado a partir de la demolición del ala central planteada por el proyecto, era la prueba concluyente de la definitiva condena de las centenarias palmeras.
A fines de septiembre de 2013 la Dra Sonia Berjman, quizás la mayor especialista en parques y jardines históricos de nuestro país, envió una carta al Intendente de General Alvarado preocupada por el destino del hotel y sus palmeras que ni siquiera mereció contestación alguna por parte del Intendente y que será publicada a fines de noviembre en un diario local obteniendo una enorme repercusión  mediática.[5]

www.blvdatlanticohotel.com.ar/contacto.htm

Si bien era claro que muchas de las imágenes  de las páginas web del grupo inversor, en especial las históricas, no condecían con el devenir del Hotel Boulevard Atlántico, el buscar las mismas en internet, copiando su dirección URL, fue una sorpresa mayúscula, ya que ese fue el inicio del descubrimiento de que las páginas del grupo inversor estaban plagadas de imágenes tomadas de otros ámbitos y a las que hacían propias, lo cual en el caso de las históricas era bastante obvio, pero no en lo referido a los proyectos en ejecución que el grupo inversor tenía en la Argentina.
Recordemos, como habíamos mencionado anteriormente, la inexistencia de avales por parte del grupo inversor, formado como tal para realizar el proyecto de puesta en valor del edificio, por lo que era claro que los proyectos que se presentaban en ejecución en el país no podían estar concluidos. Pero el hecho extraño de esta historia era que en verdad esos proyectos correspondían a edificios ya construidos, tal es el caso de las Celera Suites, obra nueva en Tierra del Fuego y que en realidad era el edificio para un Bedf & Breakfast en la ciudad de  Houston (USA), o el proyecto nuevo  CTY para la Patagonia, que en realidad era un proyecto de contenedores de la firma Container City de Londres.



www.containercity.com


Quizás la sorpresa más burda fuera el arrogarse la propiedad de un proyecto que se realizaría en Puerto Madero bajo la frase “estructura orgánica proyecto Museo Argentina” y cuya imagen correspondía a un edificio proyectado por la mismísima Zaha Hadid en Beijing[6], China. Ni que hablar del proyecto del EVAA cuyo diseño correspondía a un estudio alemán para una fábrica de vidrios y que estaba construido desde el año 2007 a un costo sideral.[7]

www.marum.com.ar

http://www.zaha-hadid.com/architecture/galaxy-soho/


www.3dluxe.de



[1] Diario Clarin. 13/7/2012.Denuncian que están desmantelando un emblemático hotel.
Radio Metro. Perros de la calle. Andy Kutznesof. 17/7/2012.¿Que pasa en el Hotel Boulevard Atlántico
Diario Página 12. 14/7/2012.El viejo hotel en desguace.
Diario La Nación. Carta de lectores. 25/6/2012. 30/6/2012
Semanario el Planeta.13/7/2012.Denuncian que están desmantelando un emblemático hotel.
[2] Diario La Capital. Mar del Plata. 21/7/2012.Declararon Herencia Vacante al Hotel Boulevard Atlántico.
[3] Semanario el Planeta.25/2/2013.Mar del Sud. Se proyecta la puesta en valor del antiguo Hotel Boulevard Atlántico.
Diario La Capital. Mar del Plata. 2/1/2013.Proyectan recuperar el viejo hotel de Mar del Sud.
Suplemento de Arquitectura. Diario Clarín. Un viejo hotel recupera su brillo. 22/1/2013.
Semanario La Voz de Miramar. Reconstruyendo el patrimonio histórico y cultural. Mónica Aramendi.
Diario La Nación. Turismo. Rescatan a un Icono de Mar del Sud. 4/8/2013. 
[4] Mar del Sud. Historias de ayer y de hoy. Osvaldo Aramendi-Mónica Aramendi. Editorial Martín.2013.Declarado de Interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación. Res. 7445/13
[5] Semanario el Argentino de Miramar. 30 de noviembre de 2013.
[6] Edificio Galaxy Soho. Beijiing, China . Arq Zaha Hadid.
[7] Leonardo Glass Cube. 3Deluxe. Bad Driburg. Alemania. Fábrica de cristales Glass Koch. 2004/07