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Prologo

Hacía muchos años que no volvía por Mar del Sud ,  veintiocho  años quizás.

Mi último recuerdo era lo inhóspito del paisaje y un viento endemoniado que nos había obligado a mi familia y a mí  a una pronta retirada. Veraneábamos en Miramar y cuando los días se tornaban nublados o lluviosos la imposibilidad de ir a la playa obligaba a mis padres a agudizar el ingenio para encontrar maneras de distraernos a nosotros, sus hijos

Ese año, 1969, tuvo una seguidilla de días horripilantes y mis padres ya no sabían que  hacer, hasta que a papá se le ocurrió ir a conocer Mar del Sud.

Munido de mi pala y mi balde me subí al auto  de papá para recorrer esos pocos kilómetros entre Mar del Sud y Miramar, que por entonces eran de tierra. Estacionamos frente a la playa pero ni siquiera pudimos bajar del auto ya que el clima se tornaba amenazante.

En aquellos años no me había percatado aún de ese majestuoso edificio, pues el mar y la arena eran lo principal a mis  juegos y ojos infantiles.

Volví a mediados del 97’. Era invierno, hacía ocho años que me había recibido de arquitecto y que me había especializado en preservación del  Patrimonio.

No esperaba volver, pero enamorado de una miramarense y ante otra seguidilla de días nublados surgió la idea de visitar Mar del Sud, aquel  “paraje inhóspito” que vagamente recordaba de mi infancia.

Realmente fue muy fuerte el ver desde la ruta por la que se accede a Mar del Sud  la mole inconfundible  de una construcción decimonónica sobresaliendo por sobre el paisaje. ¿Cuándo había sido construida?, ¿Quiénes eran sus constructores?.  Mayor fue mi sorpresa al acercarme y ver  que entre medio de las dunas se había levantado un majestuoso hotel de líneas claramente italianizantes, pero sumido en un estado ruinoso. No pude entrar, parecía abandonado y librado a los deterioros del paso del tiempo y del  mal accionar humano.

Desde esos días he vuelto a Mar del Sud decenas de veces, he recorrido con la vista cada centímetro del edificio tratando de encontrar respuestas que me son aún difíciles de develar.

Muchas cosas se han escrito sobre el edificio, la mayoría, carentes del menor rigor científico, y han contribuido con leyendas y datos erróneos a modificar la verdadera historia del hotel así como también la de Mar del Sud.

Este trabajo es el fruto de esos desvelos por desentrañar la historia del Hotel Boulevard Atlántico, de su arquitectura, de Mar del Sud y sus orígenes y de su desarrollo hasta nuestros días.

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Un gran hotel, construido sobre las dunas de la extensa y solitaria Pampa argentina, desapareció a finales del siglo XIX, casi sin dejar rastro. Con el paso de los años se transformó en una leyenda que generó una inmensa cantidad de historias alrededor de su repentina "evaporación". Muchos llegaron a asegurar que aquel edificio nunca existió y que las fábulas en torno a él eran producto del imaginario colectivo. Algunos pobladores afirmaban tener en su poder piezas que habían pertenecido al hotel. Pero los vestigios nunca aparecieron y la leyenda se fue apagando con el paso del tiempo. Esta es la historia del Hotel Mar del Sud, que se mantuvo oculto bajo la arena durante más de un siglo, hasta que el trabajo de casi una década hizo posible su descubrimiento en el siglo XXI.